El gobierno insiste en iniciar masivamente el programa “Juntos” que entregaría dinero en efectivo a familias pobres. El Consejo de Ministros ha pedido al Congreso que le apruebe un presupuesto de 140 millones para los 6 meses que quedan del año.
Que los pobres necesitan y debe dársele más, mucho más ayuda de la que hasta ahora se les da: POR SUPUESTO. Que más vale tarde que nunca: también. Pero hay indicios de sobra de la improvisación y uso clientelista de este programa, y hay mejores opciones para atacar la pobreza. Por eso, debe aumentarse el presupuesto de los programas sociales y servicios básicos para los pobres, pero no debe aprobarse el programa “Juntos”.
Sobre la improvisación, los hechos gritan. Se anunció hace cuatro meses y hasta ahora ni la opinión pública ni el Congreso conocen en qué provincias funcionará, a cuántas familias llegará este año, cómo se seleccionará a esas familias, si se exigirá o no asistencia al colegio y controles de salud, que se hará donde no hay esos servicios básicos, cómo se entregará el dinero a las madres que no tienen DNI. A pesar de ello, son más de 20 millones de soles mensuales, que a 100 soles por familia, alcanza para 200 mil hogares. Es un montón de gente. Si se quiere hacer bien, identificar a 200 mil familias, comprobar su situación de necesidad, establecer mecanismos de control que impidan abusos y corrupción y abrir cuantas bancarias, demora más de seis meses.
El presupuesto pedido para “Juntos” incluye, por supuesto, fondos para comprar camionetas, sueldos de directivos y consultores, oficinas y demás gastos burocráticos. Pero el gobierno no dice nada respecto de qué se hará con el resto de programas sociales: ¿si funcionan bien, ¿porqué no les aumentan el presupuesto en vez de experimentar con algo nuevo? Si funcionan mal ¿qué esperan para reformarlos? El gobierno pretende dejar que sigan estas burocracias, llenas de peruposibilistas, y crear otro aparato burocrático para más peruposibilistas. ¡ Por favor !
El uso clientelista de “Juntos” es obvio. No sólo porque se inicia en vísperas de la campaña electoral, sin también porque, en vez de depender de un ministerio social como el MIMDES, depende de la Presidencia del Consejo de Ministros y en particular del jefe de asesores de Carlos Bruce, secretario colegiado de Perú Posible. No se va manejar técnicamente sino políticamente.
A mí, que no me vengan con cuentos. Lo que el gobierno quiere no es ayudar a los pobres, sino conseguir con malas artes los votos que no puede conseguir legítimamente. Una vez más los pobres como pretexto. No estoy de acuerdo.
Los congresistas deben aprobar los 140 millones de soles, o más si fuera posible, para los pobres. Pero deberían hacerlo otorgando fondos para que todos los niños pobres tengan un desayuno o almuerzo escolar – uno de cada tres no recibe ninguno-, para que los programas nutricionales hacia niños menores de 3 años lleguen a todas las provincias pobres del país, para que los centros de salud y brigadas itinerantes tengan personal, insumos anticonceptivos, vacunas efectivas y medicinas, para ampliar la educación inicial, para dar empleo temporal y para proyectos de empleo sostenible. Esto se puede hacer mucho mejor y más rápido que comenzar de manera improvisada un nuevo programa y podría evitar sus peores ribetes clientelistas.
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