“Juntos” bajo el lente del “Economist”

viernes, 23 de septiembre de 2005

En la misma semana que el gobierno toledista iniciaba el programa “Juntos” entregando el primer cheque, la prestigiosa revista “The Economist” sacaba un largo artículo sobre el éxito que en Latinoamérica han tenido programas de este tipo, llamados de “Subsidios condicionados en efectivo”.

La revisión de los programas exitosos de México y Brasil muestra algunas características que vale la pena tener en cuenta. En México, haber tenido una dirección técnica altamente calificada, evitado el clientelismo político del programa y destinado importantes recursos presupuestales - que permitieron llegar efectivamente a la mayor parte de familias pobres - han sido factores centrales. Haciendo el paralelo al Perú, el primer factor lo tenemos en contra: no hay un equipo técnico calificado al mando de “Juntos”. El segundo, está en cuestión: mientras hay mejoras, como un directorio plural y una supervisión independiente, el nombramiento de un director ejecutivo cuyo mérito fundamental es ser de Perú Posible y que no tiene la confianza de la sociedad civil, es muy preocupante. El tercer factor está lejos de alcanzar: un presupuesto de 300 millones de soles para el 2006, lo que alcanzaría para unas 165 mil familias, del millón y medio que hay en pobreza extrema.

En Brasil, en cambio, factores importantes de éxito han sido la reorganización de varios programas sociales - que pasaron a ser absorbidos por el “Bolsa Familia” - y la mejor selección focalizada de los beneficiarios. Ninguno de estos asuntos está resuelto en el caso peruano. “Juntos” se desarrolla en paralelo, simplemente como un programa más que se suma a las dos docenas de programas sociales actualmente existentes y que el gobierno actual sigue sin reorganizar. Por otro lado, si bien se ha iniciado el programa en zonas muy pobres y afectadas por la violencia, lo cual es un acierto, la selección de los pobres extremos en zonas urbanas o rurales más desarrolladas no está resuelta (a pesar de que técnicamente la solución está al alcance de la mano hace ya varios años).

“The Economist” también señala algunas de las debilidades de estos programas: no llegan a las comunidades rurales más aisladas que también suelen ser las más pobres, no generan oportunidades económicas y empleo, y los beneficios de educación y salud para los niños se limitan por la inexistencia o baja calidad de los servicios que brindan.

Como se ve, hay muchas cosas de qué preocuparse para asegurar que esta nueva orientación de lucha contra la pobreza no sea un nuevo fracaso. La vigilancia de la prensa y de la ciudadanía resultan por ello fundamentales, y la administración de “Juntos” debería ser muy transparente para permitirla.

Presupuesto 2006: Sacudirse la Modorra

domingo, 4 de septiembre de 2005

Aunque soy economista, la discusión del presupuesto 2006 me provoca modorra y aburrimiento. Lo paradójico es que el presupuesto es hoy la única vía mediante la cual puede discutirse, de manera comprehensiva, lo que va a hacer el gobierno en el futuro próximo.

Hay aburrimiento sobre el presupuesto, en primer lugar, porque el propio gobierno no se lo toma en serio. No ha terminado de presentarlo, y ya empieza a hablar de aumentos de sueldos a que no están considerados en el presupuesto. ¿Es que acaso cuando PPK habló de aumento a los policías, no sabía que esos gastos debían estar en el presupuesto público que su gabinete estaba presentando en esos mismos días?

La Constitución establece que el Congreso es el que aprueba el presupuesto, pero durante este gobierno – al igual que todos los anteriores – siempre se aprueba lo que dice el MEF. En este gobierno, la comisión de presupuesto ha sido siempre dirigida por un personaje que, invariablemente, tiene conocimientos prácticamente nulos sobre temas económicos y presupuestales. ¿Celina Palomino, presidente de la comisión de presupuesto? Me echaría a reír sino fuera porque da pena lo que esto le hace al país. Al final de cuentas, ya sabemos que el presupuesto presentado por el MEF, casi sin cambios, será aprobado por los votos de Perú Posible y Unidad Nacional. Al César lo que es del César: el único parlamentario que en estos años ha trabajado y sustentado alternativas ha sido Javier Diez Canseco.

El resultado es que el Ejecutivo hace lo que quiere con el dinero de los contribuyentes. Esta año la situación ha empeorado: el MEF no ha publicado en su hoja web las cifras del presupuesto 2006.
Sólo una actitud ciudadana más activa y vigilante puede cambiar esta situación. A final de cuentas, cuando hablamos de presupuesto se trata de nuestro dinero. Así que a sacudirse la modorra: no habrá democracia sólida y eficaz sin ciudadanos interesados en opinar sobre lo que hace el estado con su plata.