Economía Peruana: Al César lo que es del César

domingo, 25 de diciembre de 2005

Los indicadores macroeconómicos nacionales andan bien. Pero las cosas se pueden ver de distinta manera si nos comparamos con el resto de países en desarrollo. Esta comparación, además, nos permite dilucidar si los resultados de los últimos años son producto de buenas políticas o si son producto de buenas condiciones internacionales. Si se tratara de buenas políticas, el Perú debería estar mejor que el resto. En cambio, si el resultado se ha logrado sólo porque las condiciones internacionales son buenas, los indicadores macroeconómicos serán positivos pero no mejores que los de los demás países.

El indicador preferido de los economistas es el crecimiento del PBI, que nos dice cuánto producimos en total. En los últimos 4 años (2001-2005), el PBI del Perú ha crecido 4,9% anual en promedio, sin duda una cifra positiva. Pero el promedio de los países emergentes y en desarrollo (cifras FMI) es de 6,2%, bastante por encima del Perú. Conclusión: son las condiciones internacionales las que han impulsado la economía peruana hacia delante, y la política económica no ha sido mejor que la del resto de países en desarrollo. Pedro Pablo Kuczynski no tiene de qué ufanarse.

El segundo indicador macroeconómico fundamental es la inflación; quienes hemos vivido la traumática experiencia de la hiperinflación sabemos lo importante que es tener precios estables. En los últimos cuatro años, la inflación en el Perú ha sido de apenas 2.0 % en promedio, mientras que el promedio de los países en desarrollo es de 5.9%. Hasta la economía estadounidense ha tenido una inflación más alta que la peruana, con un promedio de 2.4%. La inflación peruana en los últimos años ha sido una de las más bajas del mundo y de nuestra historia. Aplausos para el directorio del Banco Central de Reserva, cuya función según la Constitución es precisamente esa: mantener los precios estables.
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Las tasas de interés, otra variable macroeconómica fundamental, son resultado conjunto de dos instituciones. Por un lado, la política monetaria del BCR hace que haya más o menos dinero y crédito en la economía, y con esa regulación de la oferta hace que las tasas de interés bajen o suban. Por el otro, la Superintendencia de Banca y Seguros promueve (o no) la competencia y defiende (o no) los intereses del público, haciendo que el margen de ganancia de los bancos se amplíe o reduzca. Entre el 2000 y el 2005, esa diferencia entre lo que los bancos pagan a los ahorristas y lo que cobran por sus préstamos en soles, también llamado spread, ha aumentado de 17% a 23% anual, por lo que las ganancias de los bancos logran niveles récord. Es evidente que la Superintendencia de Banca no ha estado haciendo un buen trabajo. Al mismo tiempo, gracias a la política del BCR, un préstamo a un año plazo que en el 2000 costaba 26,5% hoy cuesta casi la mitad: 14%.
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Un balance económico del quinquenio debe ubicar adecuadamente méritos y deméritos, y compararnos con el mundo es esencial para el ello. El crecimiento económico ha sido menor que el del promedio de los países en desarrollo, de donde se deduce que este crecimiento se debe al contexto internacional y no a la política neoliberal de PPK, que además ha concentrado los beneficios en unos pocos. El BCR que preside Oscar Dancourt sí ha logrado una inflación menor que los demás países, en beneficio de todos los peruanos.

Bancos: Oligopolio con ganancias extraordinarias

viernes, 23 de diciembre de 2005

En el 2005 los bancos tendrán utilidades por 400 millones de dólares, un 80% más que el año pasado. Los dueños de los bancos obtienen una rentabilidad superior al 20% anual por su capital, bastante por encima de lo que internacionalmente se considera una tasa de ganancia razonable y cerca del doble de lo que ganan los industriales y comerciantes.

El negocio de los bancos es, en esencia, conseguir ahorros y luego prestar esos fondos a tasas más elevadas. Los bancos han obtenido este año ganancias muy grandes porque han incrementado el llamado “spread”, que es la diferencia entre la tasa de interés que nos pagan a los ahorristas y aquella que cobran por los préstamos que otorgan. Esta diferencia es impresionante: los bancos nos pagan menos de 3% por nuestros ahorros en soles pero cobran en promedio 25% por los préstamos que otorgan ¡8 veces más!.

Esta enorme diferencia ha ido aumentando en vez de disminuir, a pesar de que los bancos han tenido dos ventajas durante el año. Por un lado, el porcentaje de gente que no paga a tiempo sus préstamos se ha reducido, pasando de más de 10% de los créditos en el 2001 a menos del 3% este año, la cifra más baja en dos décadas. Los bancos cada vez tienen menos problemas de créditos no recuperados, pero no nos pagan más por nuestros ahorros.

Por otro lado, la baja inflación y el crecimiento económico han permitido a la banca aumentar sus créditos. Para la banca, prestar dinero equivale a lo que para otros negocios es vender; y mientras más ventas, más negocio. En el último año la banca ha aumentado sus créditos en más de 5 mil millones de soles. Con más ventas, el peso de sus gastos administrativos se reduce, con lo cual podrían mejorar las condiciones económicas (tasas de interés) que otorgan a sus clientes. Pero ello no ha sucedido.

¿Por qué la banca no ha mejorado el trato económico a sus clientes? La primera razón parece ser la alta concentración en el sistema bancario: apenas cuatro bancos concentran el 80% de los créditos, lo que les otorga un gran poder en el mercado (y también un fuerte poder político). La otra razón es que la Superintendencia de Banca y Seguros ha hecho muy poco por defender a los consumidores, de tal manera que los bancos siguen cobrando comisiones y cargos de todo tipo sin una adecuada información a los usuarios. Así, la competencia entre los bancos por ganarse a los clientes se basa más en propaganda que en ofrecernos mejores tasas de interés.

Que los bancos ganen, no está mal. Pero cuando obtienen ganancias extraordinarias, lo hacen a costa de todos los demás. Por un lado, afectando a los ahorristas, que recibimos tasas muy bajas por nuestro dinero. Por otro lado, aumentando la carga sobre las familias que sacan un crédito hipotecario o de consumo y sobre las empresas que requieren dinero para mover su negocio. El efecto económico es que, con tasas de interés más altas para las empresas, la inversión y el crecimiento económico se reducen. Tener un sistema bancario oligopólico no sólo nos afecta como usuarios individuales, sino también frena el desarrollo.

¿Queremos seguir con una banca que cobra una tasa de interés 8 veces mayor por los créditos que lo que nos paga a los ahorristas? ¿Seguiremos otros 5 años con un superintendente de banca que piensa más en los banqueros que en el país?¿Los candidatos tienen algo que decir al respecto?