Salud en emergencia: diálogo nacional por la salud y la vida

sábado, 16 de agosto de 2008

Foro de la sociedad civil en Salud - ForoSalud, manifiesta su indignación y protesta al comprobar que en estos momentos la vida de los peruanos y peruanas no vale nada. Esta dramática y lamentable situación ha sido ocasionada por el abandono en que se ha mantenido el sector salud por décadas y por las malas políticas adoptadas por el gobierno actual, viéndose agravada por el enfrentamiento entre el gremio médico y las autoridades del gobierno. Foro Salud hace un llamado a los dirigentes médicos y al gobierno para iniciar cuanto antes las negociaciones que resuelvan esta situación: no se deben arriesgar más vidas humanas.

Más allá de la necesaria inmediata solución a la paralización, desde ForoSalud queremos insistir en la necesidad de una profunda reforma del sector salud que haga realidad el derecho a la salud. Cerca del 60% de la población no tiene un seguro de salud, y a muchas familias pobres se les exige pagos por la atención de salud que les impide el acceso a ésta. La solución a los problemas de insuficiente infraestructura, equipos obsoletos, servicios de salud inseguros y de pobre calidad así como la vulneración de los derechos de los usuarios, requiere cambios profundos en el sistema de salud.

Pero la salud no ha venido siendo prioridad en la agenda del gobierno, y esto se evidencia en el presupuesto del sector que se ubica entre los más bajos de la región. Hay también serios problemas de gestión, evidenciados en que el Ministerio de Salud en lo que va del año ha gastado solo el 15% del presupuesto en el rubro de inversión. Se suma a esta situación los casos de corrupción que impiden el acceso a servicios, insumos y medicamentos oportunos y de calidad.

Hace ya dos años ForoSalud presentó al nuevo gobierno un plan de emergencia para la salud pública y una propuesta de reforma por el derecho a la salud, incluyendo una política de recursos humanos y espacios de diálogo permanentes e institucionalizados con las organizaciones gremiales. Empero, en este tiempo, la situación de la salud pública no ha mejorado sino que ha empeorado. Lo mismo ha pasado con los recursos humanos en salud. Esta situación se ha evidenciado en los últimos meses en la incapacidad de respuesta del gobierno a las demandas del gremio médico y trabajadores de la salud. En las regiones de La Libertad, Puno, Cusco, Huancavelica y Loreto durante meses los servidores públicos de salud han paralizado sus labores, sin que hayan tenido respuesta.

Ante ello, es de necesidad urgente, por la salud y la vida de peruanos y peruanas, que se depongan las actitudes de confrontación, que dejan de lado a los ciudadanos, usuarios de los servicios de salud, que son la razón última del sistema de salud. Hacemos en particular un llamado al gobierno a que efectivamente priorice la salud pública en el presupuesto y en la agenda del gobierno, convoque a una Conferencia Nacional para la discusión de un Plan Nacional de Salud y reforme su política de recursos humanos, estableciendo las condiciones para que los médicos, profesionales y trabajadores de la salud puedan convertirse en actores claves de una reforma que garantice el derecho a la salud para todos y todas las peruanas.

¿Por qué en el TLC son tan importantes los derechos laborales?

miércoles, 6 de agosto de 2008

En memoria de Eduardo Castillo

La suerte del TLC depende de que, en los Estados Unidos, se pongan de acuerdo demócratas y republicanos. El gobierno de Bush, republicano, negoció un Tratado rechazado por los demócratas, que ahora tienen mayoría en el Congreso. Para los demócratas no solo está en cuestión en tratado con el Perú, sino toda la política comercial, incluyendo la posibilidad de que el gobierno de Bush negocie TLCs con más países.

La principal manzana de la discordia: las cláusulas laborales. Esta semana, una nueva propuesta del gobierno republicano no ha convencido a congresistas claves, por lo que el TLC está contra las cuerdas.

Pero ¿No se están mezclando dos cosas totalmente distintas? ¿por qué los derechos laborales son importantes en un tratado comercial?

Por los efectos negativos que el comercio puede tener sobre los salarios y condiciones de trabajo si no hay una regulación adecuada. Los tratados comerciales son presentados como una oportunidad para vender al otro país lo que podemos producir con mayor facilidad, lo que en economía se llaman ¨ventajas comparativas¨. Pero la globalización comercial ha tenido también otras consecuencias. Las empresas multinacionales han reaccionado ante esta nueva situación trasladando la producción que no requiere alta tecnología hacia los países donde los salarios y derechos laborales son más bajos. No por gusto se lee ¨made in China por doquier. También han empujado a los trabajadores a aceptar menores salarios y a los gobiernos a reducir los derechos laborales, bajo la amenaza de trasladar los empleos a otros lugares. Gracias a ello sus ganancias se han elevado tremendamente.

Al mismo tiempo, los países desarrollados siguen concentrando los avances tecnológicos, que les permiten mantener a sus empresas como las dominantes en el mundo, y con los TLCs refuerzan las leyes de propiedad intelectual para obtener mayores ganancias por sus nuevos inventos.

Esto es lo que ha llevado a tanta resistencia a la globalización: que los salarios se estancan mientras las ganancias empresariales y los sueldos de los altos ejecutivos suben por ascensor. La causa son estas condiciones de competencia ampliada al espacio mundial, establecidas por la globalización y los TLCs, que quitan posibilidades a los trabajadores de defender leyes orientadas a una mejor repartición de la riqueza, condiciones básicas de trabajo digno y seguridad social para las mayorías.

Es por eso que la discusión abierta por los demócratas en EEUU en relación a los derechos laborales en los TLCs es fundamental. La cuestión es si el comercio mundial seguirá orientándose a promover una ¨competencia hacia abajo¨en los salarios y derechos laborales, en la que cada país y empresa busca mejorar sus posibilidades de competencia reduciendo sus costos laborales. O si, por el contrario, se busca una reorientación de las reglas internacionales de comercio para segurar a los trabajadores, en todo el mundo, derechos laborales básicos, y la competencia entre las empresas y países se basa principalmente en mejoras en tecnología y organización de la producción.

Para quienes lo fundamental es la reducción de la pobreza y la mejora de las condiciones de vida de las mayorías, es indispensable nuevas reglas para el comercio internacional que defiendan los derechos de los trabajadores. Por eso, en esta discusión estamos clara y definidamente al lado de los congresistas demócratas y en contra del gobierno de Bush.








Familias lejos: POBREZA. Cobre y oro lejos: RIQUEZA

martes, 5 de agosto de 2008

La pobreza sigue siendo un problema central en nuestra patria, y así lo reconoció el Presidente en su reciente mensaje a la nación. Lo más importante, sin embargo, es cuales son las causas de la pobreza y como enfrentarla. El 28 de julio, el presidente García planteó una nueva tesis al respecto, diciendo que “La mayor dificultad en la lucha contra la pobreza es la dispersión poblacional y la distancia andina”. En consecuencia, la receta, que sus ministros que nada le discuten tratan de seguir, es entonces tratar de juntar la población y llevarla toda a las capitales de distrito o de provincia.

Nuestro Presidente no se debe haber dado cuenta que, en cualquier capital de departamento, sea Piura, Puno, Huánuco o Pucallpa, persiste la pobreza. Tampoco parece haberse dado cuenta que casi todas las familias rurales, tienen hoy también un pie en la ciudad, adonde estudian sus hijos la secundaria o el instituto superior, adonde venden sus productos, adonde van a curarse, adonde van a trabajar temporalmente y adonde, muchas veces, uno o mas familiares a se quedaron permanentemente a trabajar y a vivir. Podríamos recordarle al Presidente que en las ciudades del Perú, más de 25% son pobres según las cifras oficiales. Esos obreros que siguen ganando los mismos salarios que una década atrás y esas madres de familia que en un barrio marginal ven los precios subir sin una respuesta del gobierno, se quedaron fuera del discurso presidencial. Dejar los salarios y la inflación, dos cuestiones claves si queremos realmente hablar de la economía popular, fuera del mensaje, han sido una grave omisión.

Es verdad que la pobreza es mayor en las zonas rurales. Pero lo que mantiene elevada la pobreza rural es la penosa inacción del Estado: apenas 15% de los cien mil kilómetros de caminos rurales tienen apoyo estatal para su rehabilitación y mantenimiento. Ni que hablar de las deficiencias de la salud y educación rurales.

Frente a esta realidad, García se ha justificado diciendo que construir más caminos demandaría “un esfuerzo tributario que la inmensa mayoría no estaría dispuesto a hacer”. Pero quienes deberían sostener, mediante el pago de impuestos, la infraestructura y los servicios básicos que los pueblos rurales necesitan, debieran ser las empresas mineras y petroleras que hoy obtienen ganancias extraordinarias.

El argumento de que es la dispersión y la distancia a la que se encuentran las familias peruanas, lo que causa la pobreza, no es más que un mal pretexto. Porque cuando se trata de extraer oro, petróleo o gas, bien que el estado brinda todo el apoyo necesario y se encuentran las tecnologías e inversiones para lograrlo. La mayor dificultad en la lucha contra la pobreza, es que tenemos un gobierno y un Estado al que, más allá de los discursos, la desigualdad y la exclusión le importan muy poco, prefiriendo atender a las grandes empresas trasnacionales. El problema es que, como ha dicho Lourdes Flores, tenemos un “Presidente de los ricos”.