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martes, 29 de septiembre de 2009

El Primer Conteo
Luego de que en octubre del año pasado Alan García “garantizara personalmente” que el crecimiento del PBI sería este año de 6,5%, los pronósticos oficiales han ido bajando poco a poco. Primero a 5, luego a 3, ahora a 2.

El cero todavía no se ha aceptado como pronóstico para el año, pero ya se hizo realidad para el primer semestre. Entre enero y junio nuestro PBI creció 0,3, y eso gracias a la creatividad del INEI. Una cifra más real se acerca a Cero, pero por el lado negativo.

Como el crecimiento del año es el promedio del crecimiento del primer y del segundo semestre, el pronóstico oficial del MEF de 2% para este año equivale a decir que en la segunda mitad del año la economía se aceleraría de 0 a 4%. Resultado improbable: la economía peruana sigue con tendencia a la baja, los aún tímidos indicios de una recuperación internacional no se trasladarán rápidamente a la economía peruana, y el Plan Anti-Crisis muestra ser ineficaz. El conteo a cero para el 2009 se completará en pocos meses.

La recesión por la que atraviesa la industria peruana no es poca cosa. El sector manufacturero orientado al mercado interno ha reducido su producción en 14% a junio. La industria textil, la más afectada por la crisis, en 32%. El sector que produce maquinaria y equipo en 56%. Son cifras mayores, y ha afectado a los trabajadores: el empleo industrial ha caído en 7%.

Entendiendo la Crisis
Con estos resultados, el fracaso del Plan Anti-Crisis es patente. Este fracaso se debe a que se ha apostado exclusivamente por la inversión privada, el sistema financiero y las grandes obras de infraestructura, donde están las grandes ganancias y la corrupción gorda. Es eso lo que no ha funcionado con la rapidez requerida para enfrentar la crisis. Dejar de lado el gasto social y el aumento de la capacidad adquisitiva de los trabajadores, que podrían constituirse en dos poderosos factores para impulsar la demanda, ha frenado las posibilidades de reactivar la industria.

Pero aunque las empresas mineras y financieras ya no registran las ganancias fabulosas que hicieron entre el 2006 y el 2008, la mayoría de estas grandes empresas ha seguido teniendo altas utilidades, como lo atestiguan sus estados financieros. Lo que sucede es que la crisis es dura para el sector industrial y agropecuario, pero la mayor parte del capital está en sectores como minería, finanzas, electricidad y telecomunicaciones, que han seguido teniendo grandes ganancias, con una rentabilidad promedio al 20%.

Para la mayoría de peruanos el auge del 2006-2008 tampoco significó una mejora en su calidad de vida. La salud y la educación están en crisis, pero desde hace décadas. La desnutrición infantil siguió afectando a uno de cada cuatro niños peruanos, en medio del mayor crecimiento económico de nuestra historia. En la sierra y la selva, la pobreza casi no se redujo. Por ello, para un campesino altoandino o un indígena de nuestra selva, la crisis reduce un poco los precios de sus productos, pero más les preocupa el perder sus tierras o sufrir la contaminación a manos de las mineras y petroleras que siguen avanzando. El mayor efecto social de la crisis económica es que reduce las oportunidades de empleo para los limeños y costeños.

Lo que la crisis muestra es que, con esta política económica, no hay mayor progreso económico y social para los millones de peruanos pobres. Si hay algo de importante en la crisis, eso debe ser la necesidad de repensar nuestra estrategia de desarrollo.

El otro conteo
Pero eso es lo que no quieren quienes concentran la riqueza y su gobierno aprista, que ya ha hecho otro conteo regresivo a cero: el del inicio de su campaña con miras a las próximas elecciones. Tendremos una campaña electoral prolongada, con elecciones regionales y municipales el 2010 antes de las elecciones presidenciales y congresales de abril del 2011.

Ese inicio de campaña es el que se ha hecho presente en el anuncio presidencial de 28 de julio pasado de los “Núcleos Ejecutores”, con 100 millones de soles otorgados al Foncodes dirigido por un amigo de Agustín Mantilla y experto en movilización aprista. La falta de transparencia de esta iniciativa es tal, que hasta la fecha no se publica los nombres, proyectos y presupuestos otorgados a loas 100 Núcleos Ejecutores que Alan García juramentó en Palacio de Gobierno a fines de julio (visiten www.foncodes.gob.pe si tienen alguna duda)

La preparación para la campaña está también presente en el Presupuesto 2010 presentado recientemente al Congreso. La decisión política fundamental del presupuesto 2010 es la recentralización del gasto social, quitándole fondos a las municipalidades y dándoselos a dirigentes apristas. En efecto, en el Presupuesto para el próximo año, recientemente presentado, los municipios tendrán 2 mil 500 millones de soles menos que este ya disminuido 2009, como ha denunciado el Presidente de la Red de Municipalidades Rurales del Perú, Wilber Rozas, alcalde de Anta. Mientras tanto, el Presupuesto 2010 asigna 316 millones de soles más a Foncodes, es decir, para la campaña aprista.

Mantener el Modelo
El aumento del gasto clientelista al mismo tiempo que se corta fondos a posibles contrincantes que gestionan los municipios, responde al deseo de los apristas de dejar el gobierno en condiciones que le permitan evitar posibles juicios de corrupción y tener posibilidades de tentar un nuevo triunfo el 2016.

Pero también responde al objetivo manifiesto de evitar un triunfo de quienes proponen una modificación profunda del sistema político y del modelo económico, para así mantener las grandes ganancias del bloque económico en el poder, con quienes Alan García tiene estrechas relaciones.

Desde luego, eso no tiene nada de democrático. Una vez más, a quienes quieren seguir concentrando el poder y la riqueza en nuestra patria, la democracia no les preocupa. Una nueva alternativa que conjugue democracia y justicia social se hace cada vez más necesaria.

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