El nuevo gabinete que se estrenará la próxima semana estará marcado por la crisis económica. Si bien empieza en medio de una crisis política causada por la corrupción, lo que tendrá efectos más fuertes y duraderos es la crisis financiera internacional.
A estas alturas, es evidente que fue un grave error el que cometió el Presidente García hace dos semanas cuando dijo, siguiendo como de costumbre a la mayoría de economistas de derecha, de que el país estaba “blindado frente a la crisis”. En el último mes, la bolsa de valores ha caído en % (sumando - % en el año), el BCR ha tenido que vender más de 3,000 millones de dólares e inyectar …al sistema financiero, el dólar ha subido hasta 3.10 y los afiliados a las AFPs- Fondo 3 han perdido % de su dinero. Y sólo estamos viendo el comienzo.
En el momento actual, la crisis financiera internacional puede entenderse como que estamos en medio de un terremoto: no sabemos si lo peor ya pasó o está por venir, ni sabemos si se acaba dentro de poco o demorará mucho, ni mucho menos sabemos cuántas casas y edificios se caerán. Mucho menos sabemos cómo será la posterior reconstrucción. Lo que sí sabemos es que no se trata de un temblorcito, de un susto sin mayores consecuencias: éste es un terremoto y de los fuertes.
Pero sí sabemos que hemos visto solamente los primeros impactos, los más rápidos y violentos, de la crisis, que son los financieros. A nivel internacional es claro que cuando menos por un par de años, el crecimiento económico se va detener, los precios de las materias primas van a estar bajos, los inversionistas van a estar nerviosos y poco dispuestos a arriesgar en países subdesarrollados, y la banca internacional y los Estados Unidos ya no tendrán el poderío de antes.
La responsabilidad del gobierno
En el Perú, esta crisis también se parece a un huracán, esos fuertísimos vientos y lluvias que asolan de vez en cuando partes del hemisferio norte. Las ciudades y regiones que cada cierto tiempo sufren huracanes tienen ventaja sobre quienes sufrimos terremotos: los huracanes se anuncian. A veces se van a otro lado, a veces son más fuertes o más débiles de lo pensado, pero hay alertas que permiten prepararse para su llegada.
Esta crisis internacional fue así. Recuerden que fue el año pasado que salieron a luz los primeros problemas y que la Fed, el banco central norteamericano, tomó las primeras medidas de respuesta. Pero aquí Luis Carranza (ex-ministro de economía y hoy consejero presidencial), Julio Velarde (Presidente del BCR) y Alan García insistieron en que no pasaba nada, y aplicaron políticas que nos han puesto en situación vulnerable.
La reducción de aranceles llevó a un crecimiento de las importaciones superior al 50% y aun déficit con el exterior (cuenta corriente) de 4% del PBI, que se registra a pesar de los altísimos precios de las materias primas. A su vez, Julio Velarde favoreció la entrada de capitales golondrinos, cuando desreguló a los bancos los que sacaron préstamos de corto plazo del exterior por 3 mil millones de dólares, que seguramente saldrán del país en los próximos meses.
Golpea duro. Especulacion AFPs.
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