Ante el aumento de la inflación y su impacto sobre los bolsillos populares, es necesario proponerse un plan alternativo al que está implementando el nuevo ministro del Alan García y el FMI Luis Valdivieso. Muchas otras políticas deben cambiarse en el Perú, éstas solo contemplan aquellas relacionadas al objetivo de controlar la inflación.
Las causas de la inflación son externas e internas, ambas. La inflación interna se debe al aumento excesivo de la demanda interna. El crecimiento de ingresos y consumo de los últimos años ha sido muy grande para los sectores de altos ingresos, y la mayor demanda de estos grupos está elevando los precios, afectando así a los trabajadores y sectores populares en general.
Por ello, hay que ajustar a los grandes capitales y los sectores de altos ingresos con un conjunto articulado de políticas. En el terreno de la regulación de la moneda y el crédito, convendría:
o Elevar los encajes a entrada de capitales (préstamos a la banca) del exterior.
o Elevar las tasas de interés del BCR, hoy negativas en términos reales.
o Regular de manera más estricta los créditos de consumo e hipotecarios en dólares.
Por el lado del presupuesto público, se puede elevar el superávit fiscal para reducir la demanda agregada, pero sin los recortes al gasto social que va a hacer el gobierno, mediante:
o Un impuesto a las sobreganancias mineras y ganancias en bolsa de valores.
o Elevación de impuesto a la renta a los sectores de altos ingresos.
o Elevación de impuestos a productos de lujo (carros de lujo, yates, etc).
o Eliminación del subsidio a los combustibles que reciben las empresas mineras.
o Aumentar el gasto social, en infraestructura y en inversiones descentralizadas, financiado con estos ingresos adicionales, dentro de la mayor meta de superávit.
Esto debiera complementarse con políticas para sostener el crecimiento económico y reducir las presiones inflacionarias en el mediano plazo, como:
o Priorizar las inversiones públicas en infraestructura (carreteras y puertos).
o Asegurar un abastecimiento de energía (gas y electricidad) a precios competitivos.
o Priorizar las políticas de promoción agropecuaria, en particular hacia los pequeños productores y comunidades campesinas y nativas.
o Establecer una protección arancelaria adecuada para la industria nacional.
Finalmente, deben plantearse políticas sociales para defender a los pobres de la inflación y generar capital humano que sostenga un crecimiento futuro, tales como:
o Aumento del presupuesto de los programas sociales, para cubrir el alza de los precios y la ayuda adicional que debe darse a las familias.
o Avanzar hacia el aseguramiento universal en salud, para que las familias pobres no tengan que pagar cuando tienen un problema de salud.
o Aumento del salario mínimo.
o Reajuste de salarios mediante el restablecimiento de los derechos a la sindicalización y la negociación colectiva, negados en la práctica al permitirse los despidos de dirigentes y las services.
Con estas medidas se puede controlar la inflación, mantener el crecimiento y mejorar las condiciones de vida de los pobres. Es sólo cuestión de una decisión política de gobernar para las mayorías y no para el FMI.
0 comentarios:
Publicar un comentario