La interpelación al Ministro de Salud Carlos Vallejos responde a la pésima gestión del gobierno actual en relación a la salud pública. No se trata solo de los cuestionamientos por corrupción que se han sucedido uno tras otro: compra de ambulancias que tuvo que ser anulada, cambio del reglamento de ensayos clínicos para favorecer al propio ministro arriesgando a los pacientes, compras sobrevaluadas de alimentos del SIS, el SIS pasándole plata al INEI como si no éste no tuviera su propio presupuesto, compras de preservativos malogrados a la empresa de un médico aprista que trata al último hijo del Presidente, etc.
A ello se suma que salud no ha podido todavía gastar el presupuesto para inversiones que le dieron hace más de un año. Y que los problemas de hospitales que en vez de sanar enferman a la gente, como los varios casos de personas infectadas con VIH / SID, se multiplican.
Pero lo que no se ha resaltado suficiente es la mala orientación de la política de salud. Para empezar, siguen sin darle al sector salud los fondos presupuestales necesarios para cumplir su misión; salud sigue siendo la última rueda del coche. En segundo lugar, la inexistencia de ninguna propuesta de reforma para el sector salud. La descentralización, bien gracias, mientras la propuesta de municipalización anunciada por Alan García pasó al olvido. La atención primaria de la salud abandonada. En tercer lugar, ninguna respuesta a los serios problemas de calidad en la atención de salud, dejando sin aprobar la ley de derechos de los pacientes que Forosalud presentara con el respaldo de 100 mil firmas ciudadanas hace más de un año. Finalmente, frente a los serios problemas de contaminación ambiental que afectan a la salud, como en el caso de La Oroya y otras zonas mineras, el ministerio que debiera defender la salud pública brilla por su ausencia.
En esas condiciones, no sorprende que la interpelación al ministro Vallejos fuera aprobada en el Congreso. Sorprende más bien que los congresistas de Unidad Nacional no hayan votado a favor: alguna razón tendrán que desconocemos.
A ello se suma que salud no ha podido todavía gastar el presupuesto para inversiones que le dieron hace más de un año. Y que los problemas de hospitales que en vez de sanar enferman a la gente, como los varios casos de personas infectadas con VIH / SID, se multiplican.
Pero lo que no se ha resaltado suficiente es la mala orientación de la política de salud. Para empezar, siguen sin darle al sector salud los fondos presupuestales necesarios para cumplir su misión; salud sigue siendo la última rueda del coche. En segundo lugar, la inexistencia de ninguna propuesta de reforma para el sector salud. La descentralización, bien gracias, mientras la propuesta de municipalización anunciada por Alan García pasó al olvido. La atención primaria de la salud abandonada. En tercer lugar, ninguna respuesta a los serios problemas de calidad en la atención de salud, dejando sin aprobar la ley de derechos de los pacientes que Forosalud presentara con el respaldo de 100 mil firmas ciudadanas hace más de un año. Finalmente, frente a los serios problemas de contaminación ambiental que afectan a la salud, como en el caso de La Oroya y otras zonas mineras, el ministerio que debiera defender la salud pública brilla por su ausencia.
En esas condiciones, no sorprende que la interpelación al ministro Vallejos fuera aprobada en el Congreso. Sorprende más bien que los congresistas de Unidad Nacional no hayan votado a favor: alguna razón tendrán que desconocemos.
.
Estando la salud pública abandonada y maltratada por el gobierno, tenemos que ser los peruanos de toda condición, los que defendamos la salud pública. La aprobación en el congreso de una ley para los CLAS, que le dan a la gente una forma de opinar y participar en la gestión de su centro de salud, es una noticia favorable. Los municipios y gobiernos regionales tienen que ponerse las pilas, defender la salud pública, reaccionar ante los peligros de la contaminación ambiental y promover los CLAS como una alternativa para mejorar la salud pública. Los ciudadanos debemos informarnos sobre como proteger y mejorar nuestra salud, y reclamar nuestros derechos ante los descuidos del gobierno y de quienes dirigen el ministerio de salud. Carlos Vallejos, que se vaya a su casa, como merece.
Estando la salud pública abandonada y maltratada por el gobierno, tenemos que ser los peruanos de toda condición, los que defendamos la salud pública. La aprobación en el congreso de una ley para los CLAS, que le dan a la gente una forma de opinar y participar en la gestión de su centro de salud, es una noticia favorable. Los municipios y gobiernos regionales tienen que ponerse las pilas, defender la salud pública, reaccionar ante los peligros de la contaminación ambiental y promover los CLAS como una alternativa para mejorar la salud pública. Los ciudadanos debemos informarnos sobre como proteger y mejorar nuestra salud, y reclamar nuestros derechos ante los descuidos del gobierno y de quienes dirigen el ministerio de salud. Carlos Vallejos, que se vaya a su casa, como merece.
0 comentarios:
Publicar un comentario