Alan 2 gobierna en alianza con el fujimorismo. Facilita que se exonere a Fujimori de sus responsabilidades por corrupción, dejando sin respaldo el pedido de extradición de Chile. Gobierna con sus jefes militares (Giampietri) y primeros ministros (Pandolfi). Tiene como ministros a aliados de Fujimori (Rafael Rey), que no tiene vergüenza en decir que trabajaría con Montesinos.
Alan 2 prefiere claramente a los EEUU y sus aliados neoliberales en la región – Colombia y Chile – en su política exterior. A favor del TLC con EEUU, suscribiendo a escondidas un TLC con Chile, manteniendo la política anti-drogas dictada por Washington desde hace años, distanciado de los focos alternativos en la región.
Alan 2 sigue la misma política económica neoliberal de Fujimori y Toledo. Prácticamente ningún cambio. Lo prometido en la campaña se olvidó muy rápidamente: desconocer la firma del TLC, eliminar las services, establecer impuestos a las sobreganancias mineras. La “libre” desafiliación de las AFPs es restringida y no es libre. Entregó el Banco Central a Unidad Nacional, que por ultraliberal deja caer el tipo de cambio afectando a los exportadores.
Alan 2 tiene buenos resultados económicos que benefician sobretodo a los de arriba. El crecimiento económico se acelera, gracias a una combinación de precios internacionales altos de los minerales, una situación macroeconómica muy sólida que le dejó la administración anterior y la mayor confianza de los empresarios por el respaldo que les significa un APRA aliado estrechamente a la Confiep.
Alan 2 tiene una economía que empieza a chorrear un poco más por la pura inercia. La construcción sigue ampliándose. El empleo viene creciendo al 6% anual en el último par de años. El auge de precios internacionales de minerales ha hecho que, a pesar que la mayor parte de las ganancias se la llevan las empresas, la recaudación tributaria está mejor que nunca y el gobierno puede gastar sin recelos.
Alan 2 mantiene una distribución hiper-desigual del ingreso. Los sectores sociales, la educación, la salud, la seguridad social, los programas nutricionales, no se mejoran. El “shock” de inversiones no se siente en las provincias. Alan 2 no aprovecha nuestros recursos naturales, que hoy tienen precios altísimos, a favor del pueblo peruano.
Alan 2 es claramente centralista en la realidad, aunque busque ser descentralista en las imágenes. Elimina al CND, no recibe a los presidentes regionales como bloque, y donde estos no le gustan prefiere a alcaldes fujimoristas (como al entregar el proyecto Chinecas al alcalde del Santa). Sus medidas “descentralistas” son de menor envergadura, y la mismo tiempo ataca a gobiernos regionales y municipios por inefectivos en el gasto público.
Alan 2 gobierna sin oposición. Desvistió a Unidad Nacional, quitándole varios de sus dirigentes más destacados. Ollanta Humala se mostró incapaz de organizar una oposición y la amplia bancada elegida tras sus banderas, se dividió y dispersó. El toledismo y el SUTEP fueron golpeados preventivamente con audacia. Los presidentes regionales todavía están acomodándose en sus asientos.
Alan 2 tiene respaldo popular. Lo ayuda una prensa comprada, en parte en forma directa – como La Razón por Garrido Lecca – en parte por la política neoliberal que agrada sus dueños. Lo ayuda una economía que por suerte va bien. Lo ayudan los gestos de austeridad que sabiamente hizo al comienzo.
Alan 2 se enfrenta, probablemente, a cambios en el futuro inmediato. Más reclamos populares, como el de Ancash y los cocaleros. Más opositores, como la marcha de Tacna. Algunos fracasos, como la no aprobación del TLC. Y vientos internacionales que dejen de soplar tan fuerte a favor de la economía peruana como hemos tenido en los últimos dos años.
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