Pro-Perú y La Salud Infantil

lunes, 14 de febrero de 2005

Una de las características que tendría el programa Pro-Perú es buscar mejorar la salud infantil, condicionando la entrega del subsidio en dinero a las madres, a que éstas hayan llevado a sus hijos a vacunar y a sus controles de salud. Mejorar la salud de nuestros niños mediante intervenciones preventivas es sin duda un objetivo de primordial importancia, que está bien arriba en la lista de prioridades públicas. Pero dada la situación actual del Perú: ¿es un esquema como el de pro-Perú la mejor forma de atender este problema?

Debemos considerar, en primer lugar, que en muchas comunidades campesinas y nativas, todavía el acceso a la salud es difícil. Los niños pequeños no van a sus controles porque el centro de salud está a 4, 8 o más horas de distancia. Estas situaciones pueden resolverse en muchos casos mediante visitas de equipos de salud a esas comunidades, como de hecho se ha venido haciendo en diversas zonas de nuestro país; en la amazonía, por ejemplo, con botes con equipamiento básico que recorren los ríos atendiendo a las comunidades ribereñas. Sin embargo, lo cierto es que en muchas provincias ello no está aún bien organizado o no tiene los recursos necesarios medios de transporte, equipamiento, viáticos) necesarios. En estos casos, que comprenden a las comunidades más pobres y con mayores problemas de salud, Pro-Perú difícilmente llegaría, y si lo hiciera, no funcionaría bien por la dificultad de acceso.

Un segundo problema principal en este momento es el de las vacunas. No sólo hay un inaceptable desabastecimiento, que esperamos se solucione pronto. Un estudio de UNICEF ha mostrado que la cadena de frío, es decir las refrigeradores y equipos de transporte y almacenamiento refrigerado que son indispensables para que las vacunas mantengan eficacia, está muy mal. Apenas en 5% de los establecimientos de salud estamos seguros que la calidad de las vacunas es adecuada. La ministra de salud pidió presupuesto adicional al Congreso para atender este problema pero no se lo dieron. De tal manera que si aplicamos un programa de subsidios condicionados exigiendo que los niños tengan sus vacunas, lo que podemos lograr en muchos casos es que los niños reciban vacunas inútiles. ¡no es evidente que primero hay que asegurar que haya buenas vacunas, antes de la entrega de estos subidos? Por cierto, las cifras indican que un 95% de niños tienen sus vacunas, de modo que promover la vacunación con subsidios monetarios es innecesario.

Es mucho más necesario promover que los niños pequeños vayan a sus controles mensuales de salud hasta los 2 años y más esporádicamente después, ya que en este aspecto sí hay aún problema de cobertura, y en parte se debe a la actitud de las madres y padres. Pero también en este caso habría que atender un problema de calidad, ya que en muchos casos aún no se ha logrado una atención integral, que viera los problemas de nutrición, detección temprana de problemas y educación a las madres sobre cuidado de sus hijos de manera adecuada. Además, considerando que en el Perú hay un serio problema de desnutrición infantil – un tercio de los niños de 4 años ya son desnutridos crónicos y 70% de los menores de 2 años tiene anemia -, la entrega de dinero no atiende adecuadamente este problema. La razón es que parte del problema nutricional – además del agua potable, cuidado de la salud y hábitos alimenticios – es el tipo de alimentos que se dan al niño, que carecen del contenido de hierro y otros micronutrientes indispensables. Debido a ello, es mejor promover la asistencia de los niños a los centros de salud mediante la entrega de alimentos preparados – como papillas o enriquecidos lácteos – a las madres en el momento de la consulta de salud, lo que funcionaría igualmente como un atractivo para que los lleven a ella. Si hubiera bastante presupuesto, esto podría ser complementado, secundariamente, por la entrega de dinero en ese momento. El seguro integral de salud podría ser un buen vehículo para operar este sistema, y en las comunidades alejadas, los equipos de salud móviles podrían ser los que entreguen estos beneficios.

La propuesta de entregar a las madres dinero en efectivo estableciendo un mecanismo aparte del sistema de salud demanda establecer todo un sistema administrativo y de información, de tal manera que los centros de salud informen a este programa, y luego este haga el pago. ¿Para que tanto aparato burocrático, si se puede hacer mucho más fácil: niño que llega al centro de salud recibe su alimento y listo?
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El esquema de subsidios condicionados en efectivo no es la mejor propuesta para mejorar la salud infantil. Mejorar el sistema la atención infantil en la atención primaria y promover en este sistema la demanda de las madres es un esquema superior.

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