Dentro de los cambios que demanda el país al nuevo gobierno, uno importante es la salud pública. Las zonas rurales de sierra y selva tienen indicadores de salud mucho peores que el resto del país, y la esperanza de vida de los pobres es 20 años menos que la de sectores más afortunados. La salud ha sufrido un abandono secular por parte de las autoridades nacionales, graficado en el escaso presupuesto que se le asigna – no llega al 1,5% del PBI – y en la poca atención que le han dedicado presidentes y congresos.
¿Qué importancia tiene para la política de salud lo que haga el Presidente de la República? Mucha. En los últimos meses se ha reactivado a nivel mundial y nacional una vieja idea: que la salud de la población depende crucialmente de los determinantes sociales. Por ejemplo, un medio ambiente sin controles adecuados es una causa seria de enfermedad y muerte en el Perú, destacando la contaminación del aire en Lima y en La Oroya, el uso descontrolado de agroquímicos nocivos para la salud y la contaminación de ríos por desechos químicos y aguas servidas no tratadas. Se estima que el costo económico de la salud perdida por razones ambientales asciende a 3,300 millones de soles anuales por enfermedad y provoca alrededor de 6 mil muertes cada año.
Por ello, la salud no se mejora solo ni principalmente curando a los enfermos, sino promoviendo la salud. Resulta por ello necesario reducir la pobreza y la discriminación, controlar la contaminación ambiental, promover hábitos de vida saludables (sin drogas, tabaco o alcohol excesivo, con dieta y ejercicios adecuados, y evitando el stress), abastecer a la población con agua segura, impedir la violencia familiar y social, mejorar la educación de las familias sobre temas de salud, establecer una adecuada alimentación, entre las principales prioridades.
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha nombrado una Comisión para discutir estos temas y proponer alternativas, comisión en la que participan intelectuales de la talla de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía.
A nivel nacional, es indispensable que el próximo gobierno tenga esta visión amplia de la salud, con un ministro que dedique buena parte de sus energías a promover políticas innovadoras en estos campos y que esté respaldado por un Presidente, Primer Ministro y Congreso que presten atención a esta problemática. Los peruanos necesitamos políticas económicas y sectoriales saludables para mejorar nuestra salud, en especial de los más pobres.
¿Qué importancia tiene para la política de salud lo que haga el Presidente de la República? Mucha. En los últimos meses se ha reactivado a nivel mundial y nacional una vieja idea: que la salud de la población depende crucialmente de los determinantes sociales. Por ejemplo, un medio ambiente sin controles adecuados es una causa seria de enfermedad y muerte en el Perú, destacando la contaminación del aire en Lima y en La Oroya, el uso descontrolado de agroquímicos nocivos para la salud y la contaminación de ríos por desechos químicos y aguas servidas no tratadas. Se estima que el costo económico de la salud perdida por razones ambientales asciende a 3,300 millones de soles anuales por enfermedad y provoca alrededor de 6 mil muertes cada año.
Por ello, la salud no se mejora solo ni principalmente curando a los enfermos, sino promoviendo la salud. Resulta por ello necesario reducir la pobreza y la discriminación, controlar la contaminación ambiental, promover hábitos de vida saludables (sin drogas, tabaco o alcohol excesivo, con dieta y ejercicios adecuados, y evitando el stress), abastecer a la población con agua segura, impedir la violencia familiar y social, mejorar la educación de las familias sobre temas de salud, establecer una adecuada alimentación, entre las principales prioridades.
A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha nombrado una Comisión para discutir estos temas y proponer alternativas, comisión en la que participan intelectuales de la talla de Amartya Sen, Premio Nobel de Economía.
A nivel nacional, es indispensable que el próximo gobierno tenga esta visión amplia de la salud, con un ministro que dedique buena parte de sus energías a promover políticas innovadoras en estos campos y que esté respaldado por un Presidente, Primer Ministro y Congreso que presten atención a esta problemática. Los peruanos necesitamos políticas económicas y sectoriales saludables para mejorar nuestra salud, en especial de los más pobres.
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Este cambio de orientación de la política de salud viene siendo promovido por la sociedad civil, que está organizando para los días 10 al 12 de julio la III Conferencia Nacional de Salud, uno de cuyos temas centrales es precisamente la de los Determinantes Sociales y la Promoción de la Salud. Expertos de diversos países, incluyendo a uno de los miembros de esta comisión de la OMS, el ex - ministro de salud de Mozambique Dr. Pascoal Mocumbi, dialogarán en este evento con gente de todos los departamentos del Perú que están en estas semanas elaborando diagnósticos y planteando alternativas. Estaremos así aportando con voz y propuestas a una política que promueva el derecho a la salud de todos los peruanos.
Este cambio de orientación de la política de salud viene siendo promovido por la sociedad civil, que está organizando para los días 10 al 12 de julio la III Conferencia Nacional de Salud, uno de cuyos temas centrales es precisamente la de los Determinantes Sociales y la Promoción de la Salud. Expertos de diversos países, incluyendo a uno de los miembros de esta comisión de la OMS, el ex - ministro de salud de Mozambique Dr. Pascoal Mocumbi, dialogarán en este evento con gente de todos los departamentos del Perú que están en estas semanas elaborando diagnósticos y planteando alternativas. Estaremos así aportando con voz y propuestas a una política que promueva el derecho a la salud de todos los peruanos.
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