La semana pasada, el nuevo ministro de Economía Luis Carranza anunció un nuevo plan para afrontar la crisis económica. Tardíamente, el gobierno intenta reaccionar. Ya la crisis golpea fuertemente al país, los precios de nuestras exportaciones, del café y del banano han caído, los despidos se multiplican y el costo de vida sigue altísimo.
A continuación, un balance rápido de lo que se sabe a la fecha de este nuevo Plan Anti-Crisis:
Es Otro Plan, y no la Primera Etapa del anterior. Ya no se llama "Plan Anti-crisis", ahora se llama "Plan de estímulo económico" Carranza no quiso como entenado al hijo de Valdivieso, quiere el propio. Es claro que se trata de otro plan, y no de la "Primera Etapa" del anterior: el esquema es otro, diversas medidas tomadas no estaban en el anterior plan (rebaja de combustibles, aumento del drawback, fideicomisos regionales, Costa Verde, FOIRSUR, Fondo de Igualdad, reprogramación de deudas, garantías del Estado a empresas en Asociaciones Público-Privadas) y varias medidas del anterior plan quedan congeladas (aumento a programas sociales, apoyo a trabajadores en sectores afectados, proyectos con financiamiento externo, programas de vivienda). Un balance somero de cuánto se había avanzado con el Plan Anti-Crisis hasta ahora es: NADA.
La mitad es un engañamuchachos. De los 4,500 millones de soles anunciados, más de la mitad son unos "fideicomisos regionales", que se dijo "movilizarán" 2,600 millones de soles, y que nadie sabe en qué consisten y cómo funcionan. Recientemente parece haberse aclarado la figura: el gobierno ha enviado un proyecto de ley al Congreso según el cual los gobiernos regionales podrán endeudarse por esa suma, poniendo el gobierno central apenas la décima parte. Pero todavía eso tiene que pasar por el Congreso, la aprobación del reglamento, la burocracia que apruebe los procedimientos, así que faltan muchos meses antes que eso funcione.
Se mantiene la improvisación y la incertidumbre. Se dice que 1,900 millones son para proyectos, pero ni siquiera se han aprobado los montos específicos para cada uno de estos proyectos (D.U. 010-2009). Mientras no haya un proyecto de crédito suplementario y una explicación clara, seguiremos sin saber cuánto de lo anunciado son recursos nuevos, y cuánto es pura propaganda. Lo presentado sigue sin ser un plan, sino sólo un listado de acciones,
No hay ninguna transparencia, y el "comité de supervisión" está pintado en la pared. Sin metas, sin fechas de ejecución, sin responsables, no es posible supervisar nada.
¿Lograrán evitar la recesión? Imposible saber pero improbable. Por un lado, no se sabe realmente que harán de nuevo y con cuánta plata. Hasta ahora, la suma real es muy insuficiente, aún si se consideran los 1,900 millones de soles en proyectos "de urgencia" pero sin presupuesto, el paquete solo llega a 0,8% del PBI. Por otro lado, la capacidad de ejecución del gasto sigue siendo una interrogante. Es muy difícil que este paquete de medidas logre evitar la recesión en el 2009.
Nada sobre el desequilibrio externo: habrá que enfrentarlo tarde o temprano. El nuevo Plan mantiene el autismo que la primera gestión de Carranza y la de Valdivieso han mantenido sobre el creciente desequilibrio externo. Las importaciones se han duplicado con este gobierno, y ante exportaciones en caída libre, la hemorragia de reservas internacionales es indetenible. Pero este "Plan" no alcanza a ver más allá de sus narices en el sector externo.
Hay algunas buenas noticias, como la rebaja de los combustibles en "aproximadamente" 10%, el drawback aumentado a los exportadores no tradicionales, así como las compras a pymes (150 millones de soles) y la refacción de colegios (anteriormente anunciadas).
El nuevo Plan mantiene un marcado sesgo a favor de los grandes oligopolios. Se aprobarán garantías especiales para las grandes empresas que entren en las "Asociaciones Público-Privadas", convirtiéndolas así en negocios sin riesgo, asumiendo el riesgo el Estado. Se está permitiendo que estos negocios privados a costa del Estado, se hagan sin los controles necesarios, suspendiéndose leyes y regulaciones que este mismo gobierno aprobó pocos meses atrás (D.S.020-2009-EF). Los empresarios reciben 30 millones adicionales en subsidios (drawback). La mayor parte de los fondos públicos son para empresas constructoras. Y se sigue permitiendo altos precios de la harina de trigo y el aceite, y que las refinerías cobren altos precios por los combustibles.
El nuevo Plan sigue siendo marcadamente centralista. En vez de aumentar el presupuesto de gobiernos regionales como les prometió Alan García, quieren que se endeuden. De las obras públicas, no les dan ni la quinta parte del presupuesto (D.U 017-2009). A los municipios que se les cortó 400 millones de soles para programas sociales en el presupuesto 2009, ahora se les reponen 60 millones para los comedores populares, pero no se reajusta el presupuesto del vaso de leche según las alzas de precios, ni se les restituye los presupuestos para pequeñas obras que antes tendía Foncodes.
El empleo y los salarios están absolutamente ausentes. Ni una línea al respecto. 6 mil mineros despedidos, 30 mil textiles despedidos, salarios estancados, y el Plan no dice nada. Hasta los congresistas demócratas norteamericanos reclaman por las leyes antilaborales en el Perú.
El nuevo Plan tiene muy poco para los sectores sociales. Han reanunciado un "Fondo de Igualdad" que anteriormente diseño Carranza y que nunca funcionó. Se habla de una reforma de "Juntos" mezclándolo con empleo temporal y construcción de viviendas, que es como mezclar papas con camotes: para eso ya están los programas Construyendo Perú y Techo Propio. Sólo se ha precisado lo antes anunciado para infraestructura social, que sería para mantenimiento y refacción de colegios. Nada sobre salud, pensiones, grupos vulnerables, niños adultos mayores, programas alimentarios, comunidades, pueblos indígenas.
Todo lo social se concentra en programas controlados por apristas (Educación, Juntos, Trabajo, Vivienda) y nada para Mimdes y Salud. Tampoco hay nada sobre agricultura, y el anunciado "Sierra productora" del primer discurso, no se ha mencionado en esta oportunidad. ¿Dónde está Yehude y su gente? El balance político es claro: Yehude sigue cada vez con menos poder, Carranza es hombre de García.
A continuación, un balance rápido de lo que se sabe a la fecha de este nuevo Plan Anti-Crisis:
Es Otro Plan, y no la Primera Etapa del anterior. Ya no se llama "Plan Anti-crisis", ahora se llama "Plan de estímulo económico" Carranza no quiso como entenado al hijo de Valdivieso, quiere el propio. Es claro que se trata de otro plan, y no de la "Primera Etapa" del anterior: el esquema es otro, diversas medidas tomadas no estaban en el anterior plan (rebaja de combustibles, aumento del drawback, fideicomisos regionales, Costa Verde, FOIRSUR, Fondo de Igualdad, reprogramación de deudas, garantías del Estado a empresas en Asociaciones Público-Privadas) y varias medidas del anterior plan quedan congeladas (aumento a programas sociales, apoyo a trabajadores en sectores afectados, proyectos con financiamiento externo, programas de vivienda). Un balance somero de cuánto se había avanzado con el Plan Anti-Crisis hasta ahora es: NADA.
La mitad es un engañamuchachos. De los 4,500 millones de soles anunciados, más de la mitad son unos "fideicomisos regionales", que se dijo "movilizarán" 2,600 millones de soles, y que nadie sabe en qué consisten y cómo funcionan. Recientemente parece haberse aclarado la figura: el gobierno ha enviado un proyecto de ley al Congreso según el cual los gobiernos regionales podrán endeudarse por esa suma, poniendo el gobierno central apenas la décima parte. Pero todavía eso tiene que pasar por el Congreso, la aprobación del reglamento, la burocracia que apruebe los procedimientos, así que faltan muchos meses antes que eso funcione.
Se mantiene la improvisación y la incertidumbre. Se dice que 1,900 millones son para proyectos, pero ni siquiera se han aprobado los montos específicos para cada uno de estos proyectos (D.U. 010-2009). Mientras no haya un proyecto de crédito suplementario y una explicación clara, seguiremos sin saber cuánto de lo anunciado son recursos nuevos, y cuánto es pura propaganda. Lo presentado sigue sin ser un plan, sino sólo un listado de acciones,
No hay ninguna transparencia, y el "comité de supervisión" está pintado en la pared. Sin metas, sin fechas de ejecución, sin responsables, no es posible supervisar nada.
¿Lograrán evitar la recesión? Imposible saber pero improbable. Por un lado, no se sabe realmente que harán de nuevo y con cuánta plata. Hasta ahora, la suma real es muy insuficiente, aún si se consideran los 1,900 millones de soles en proyectos "de urgencia" pero sin presupuesto, el paquete solo llega a 0,8% del PBI. Por otro lado, la capacidad de ejecución del gasto sigue siendo una interrogante. Es muy difícil que este paquete de medidas logre evitar la recesión en el 2009.
Nada sobre el desequilibrio externo: habrá que enfrentarlo tarde o temprano. El nuevo Plan mantiene el autismo que la primera gestión de Carranza y la de Valdivieso han mantenido sobre el creciente desequilibrio externo. Las importaciones se han duplicado con este gobierno, y ante exportaciones en caída libre, la hemorragia de reservas internacionales es indetenible. Pero este "Plan" no alcanza a ver más allá de sus narices en el sector externo.
Hay algunas buenas noticias, como la rebaja de los combustibles en "aproximadamente" 10%, el drawback aumentado a los exportadores no tradicionales, así como las compras a pymes (150 millones de soles) y la refacción de colegios (anteriormente anunciadas).
El nuevo Plan mantiene un marcado sesgo a favor de los grandes oligopolios. Se aprobarán garantías especiales para las grandes empresas que entren en las "Asociaciones Público-Privadas", convirtiéndolas así en negocios sin riesgo, asumiendo el riesgo el Estado. Se está permitiendo que estos negocios privados a costa del Estado, se hagan sin los controles necesarios, suspendiéndose leyes y regulaciones que este mismo gobierno aprobó pocos meses atrás (D.S.020-2009-EF). Los empresarios reciben 30 millones adicionales en subsidios (drawback). La mayor parte de los fondos públicos son para empresas constructoras. Y se sigue permitiendo altos precios de la harina de trigo y el aceite, y que las refinerías cobren altos precios por los combustibles.
El nuevo Plan sigue siendo marcadamente centralista. En vez de aumentar el presupuesto de gobiernos regionales como les prometió Alan García, quieren que se endeuden. De las obras públicas, no les dan ni la quinta parte del presupuesto (D.U 017-2009). A los municipios que se les cortó 400 millones de soles para programas sociales en el presupuesto 2009, ahora se les reponen 60 millones para los comedores populares, pero no se reajusta el presupuesto del vaso de leche según las alzas de precios, ni se les restituye los presupuestos para pequeñas obras que antes tendía Foncodes.
El empleo y los salarios están absolutamente ausentes. Ni una línea al respecto. 6 mil mineros despedidos, 30 mil textiles despedidos, salarios estancados, y el Plan no dice nada. Hasta los congresistas demócratas norteamericanos reclaman por las leyes antilaborales en el Perú.
El nuevo Plan tiene muy poco para los sectores sociales. Han reanunciado un "Fondo de Igualdad" que anteriormente diseño Carranza y que nunca funcionó. Se habla de una reforma de "Juntos" mezclándolo con empleo temporal y construcción de viviendas, que es como mezclar papas con camotes: para eso ya están los programas Construyendo Perú y Techo Propio. Sólo se ha precisado lo antes anunciado para infraestructura social, que sería para mantenimiento y refacción de colegios. Nada sobre salud, pensiones, grupos vulnerables, niños adultos mayores, programas alimentarios, comunidades, pueblos indígenas.
Todo lo social se concentra en programas controlados por apristas (Educación, Juntos, Trabajo, Vivienda) y nada para Mimdes y Salud. Tampoco hay nada sobre agricultura, y el anunciado "Sierra productora" del primer discurso, no se ha mencionado en esta oportunidad. ¿Dónde está Yehude y su gente? El balance político es claro: Yehude sigue cada vez con menos poder, Carranza es hombre de García.
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