Dos noticias económicas llaman la atención esta semana. La primera, el estudio de ASPEC sobre los costos de los viajes aéreos internos en el Perú: resulta que pagamos precios mayores que los que se pagan, por kilómetro, en Colombia, Argentina y Chile. Pagamos casi el doble de lo que se paga en Chile, mientras resulta que el 83% del mercado lo tiene la empresa chilena Lan.
En muchas rutas, Lan vuela sin competencia, porque las compañías aéreas peruanas son débiles y no tienen apoyo, y porque ya no hay empresa pública. En muchos casos, las alternativas de viaje terrestre son inexistentes o significan tiempos de viaje realmente enormes, como en varios destinos de la sierra y selva: Iquitos, Tarapoto, Pucallpa, Cusco. Es evidente que se trata de un monopolio. Y LAN nos cobra mucho más de lo que cobra en su propio país. ¿Hasta cuándo? ¿Qué espera el gobierno, vía Indecopi o el Ministerio e Transportes, de poner coto a estos abusos?
La segunda noticia es que el Grupo Romero está reclamando para asegurarse los subsidios que el gobierno le daría por su producción de etanol. En efecto, aunque en los medios periodísticos se dijo repetidamente que el Perú era un lugar donde se podía producir etanol en forma muy competitiva, el Grupo Romero no quiere eso. No quiere limitarse a vender en el mercado internacional, en EEUU donde el TLC que tanto defendieron los favorece. No, quieren vender en el Perú, con precios ventajosos y un mercado asegurado mediante una ley que obliga a que los combustibles que usamos todos los peruanos, tengan un porcentaje obligatorio de etanol. De esa manera, seríamos los usuarios de combustibles los que pagaríamos un precio mayor por la gasolina, con las ganancias yendo al Grupo Romero.
No importa que, como se ha denunciado, en varios casos ese etanol se está produciendo a costa de dejar sin agua a otros productores agropecuarios, y concentrando grandes cantidades de tierras. No importa que se haga en tierras donde se está quitando sus tierras a pueblos indígenas y cortando el bosque amazónico, generando así no menos sino mayores problemas de gases invernadero y aceleración de lo cambio climático. No importa que sean los Estados Unidos los primeros contaminadores del planeta mediante el uso del petróleo, y no los peruanos. Lo que el Grupo Romero quiere son sus ganancias. Adiós al discurso del libre mercado, la no intervención del estado en la economía, etcétera, etcétera. Ellos defienden las ideas que convengan a sus bolsillos, y nada más.
Dos engreídos Alan, dos abusos más.
En muchas rutas, Lan vuela sin competencia, porque las compañías aéreas peruanas son débiles y no tienen apoyo, y porque ya no hay empresa pública. En muchos casos, las alternativas de viaje terrestre son inexistentes o significan tiempos de viaje realmente enormes, como en varios destinos de la sierra y selva: Iquitos, Tarapoto, Pucallpa, Cusco. Es evidente que se trata de un monopolio. Y LAN nos cobra mucho más de lo que cobra en su propio país. ¿Hasta cuándo? ¿Qué espera el gobierno, vía Indecopi o el Ministerio e Transportes, de poner coto a estos abusos?
La segunda noticia es que el Grupo Romero está reclamando para asegurarse los subsidios que el gobierno le daría por su producción de etanol. En efecto, aunque en los medios periodísticos se dijo repetidamente que el Perú era un lugar donde se podía producir etanol en forma muy competitiva, el Grupo Romero no quiere eso. No quiere limitarse a vender en el mercado internacional, en EEUU donde el TLC que tanto defendieron los favorece. No, quieren vender en el Perú, con precios ventajosos y un mercado asegurado mediante una ley que obliga a que los combustibles que usamos todos los peruanos, tengan un porcentaje obligatorio de etanol. De esa manera, seríamos los usuarios de combustibles los que pagaríamos un precio mayor por la gasolina, con las ganancias yendo al Grupo Romero.
No importa que, como se ha denunciado, en varios casos ese etanol se está produciendo a costa de dejar sin agua a otros productores agropecuarios, y concentrando grandes cantidades de tierras. No importa que se haga en tierras donde se está quitando sus tierras a pueblos indígenas y cortando el bosque amazónico, generando así no menos sino mayores problemas de gases invernadero y aceleración de lo cambio climático. No importa que sean los Estados Unidos los primeros contaminadores del planeta mediante el uso del petróleo, y no los peruanos. Lo que el Grupo Romero quiere son sus ganancias. Adiós al discurso del libre mercado, la no intervención del estado en la economía, etcétera, etcétera. Ellos defienden las ideas que convengan a sus bolsillos, y nada más.
Dos engreídos Alan, dos abusos más.
1 comentarios:
El Grupo Romero está arrasando bosques amazónicos y desplazando a indígenas como lo muestra este video:
http://www.youtube.com/watch?v=viE6CusL4bM
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