Los Precios de Combustibles ¿Quién gana, quién pierde?

martes, 5 de octubre de 2004

El aumento de precio del petróleo en el mercado internacional, sobrepasando largamente los US$ 50 el barril, tiene efectos serios sobre la economía peruana, sobre los cuales el gobierno ha sido totalmente incapaz de articular una alternativa sensata.

Estos efectos son dos. Por un lado, reduce la capacidad adquisitiva de las mayorías, sobretodo al trasladarse a pasajes y precios en general. Por el otro, aumenta la inflación, poniendo en riesgo el cumplimiento de la meta establecida por el banco central que es de 3,5% anual como tope.

Frente a ello, el gobierno debió tomar medidas al respecto. En mayo de este año se puso en marcha un mecanismo de estabilización de precios de combustibles, consistente en la reducción del ISC. De acuerdo a lo afirmado en el reporte de inflación del BCR, el costo fiscal durante el presente año de esta medida es nulo, ya que la menor recaudación por ISC se compensó con mayor recaudación por IGV y aranceles. En otras palabras lo que se le ahorró a los ciudadanos por el ISC se recuperó por el IGV y aranceles.

Si el efecto fiscal neto es nulo, eso quiere decir que la política fiscal es neutra frente al shock de oferta negativo que implica un alza de precio del petróleo: ni lo amplifica (cosa que ocurriría automáticamente vía IGV y aranceles si no se reduce el ISC) ni lo modera (cosa que ocurriría si la reducción del ISC fuera mayor que la recaudación generada por IGV y aranceles).

De esta manera, el mecanismo de estabilización, estabilizó poco. Lo único que logró fue no amplificar el shock de oferta negativo, que es lo que hacia el mecanismo antiguo de estabilización de los precios de los combustibles hoy liquidado. Para un país con nuestra lamentable experiencia, eso era un gran avance en la política fiscal.

Mejor todavía seria moderar el shock aprovechando la holgura fiscal actual. La meta fiscal se va a sobrecumplir en el 2004 con un déficit de 1.2 o 1.3 del PBI, pero eso ya es política ficción dado el dominio de PPK y el neoliberalismo ramplón sobre el MEF actual.

Por el contrario, las cosas en vez de mejorar, han empeorado. El gobierno eliminó este débil mecanismo de estabilización hace mes y medio. Desde entonces, los precios internacionales de los combustibles se han incrementado en 5 por ciento. En ausencia de un mecanismo de estabilización, las empresas refinadoras han aumentado sus precios desde esa fecha. Petroperú ha subido las gasolinas en 10 por ciento, el diesel en 7 por ciento y el kerosene en 2 por ciento; Relapasa lo ha hecho en 4, 2 y 7 por ciento respectivamente. Pero aún así, tienen un rezago respecto de los precios internacionales de entre 5 y 10 por ciento, el que tendería a cerrarse rápidamente en ausencia de un mecanismo de estabilización efectivo, y entre el MEF y Energía y Minas están cocinando una propuesta que, según parece, no sería nada efectiva.

El principal efecto que esto tendría es el de aumentar los precios de los pasajes, lo que aún no ha ocurrido. La última vez que aumentaron los pasajes fue hace año y medio, y el aumento acumulado del diesel podría generar un aumento de 10 por ciento en el precio del pasaje urbano, lo que tendría un impacto inflacionario de cerca de uno por ciento, con lo que la meta de inflación sería imposible de cumplir.

La política de PPK se muestra una vez más torpe y ciega. Eliminó un mecanismo de estabilización de precios de los combustibles sin tener una propuesta alternativa, justo cuando el precio internacional vuelve a subir. Amenaza con afectar negativamente la economía, frenando su crecimiento y promoviendo la inflación.

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