El Ministro de Salud ha anunciado estos días una iniciativa para reducir el precio de las medicinas. Lo cierto es que en 3 años y medios de gestión, es poco lo que ha hecho el gobierno al respecto. Tiene razón el Ministro al identificar este tema como prioritario, ya que diversos estudios muestran que las medicinas en el Perú son bastante más caras que en otros países de la región, lo que afecta seriamente el derecho a la salud de muchos peruanos.
Una anécdota personal permite ilustrar esto. El año pasado, afectado por una severa infección a la garganta, pedí por teléfono a una cadena de farmacias 3 pastillas de azimotricina. Conocedor del tema, pedí genéricos. Me costaron 5 soles. Pero la infección fue grave, y tuve que comprar otras 3 pastillas. Llegué a otra cadena de farmacias, donde 3 pastillas del mismo principio activo – azitromicina – me lo ofrecieron como medicina de marca a 55 soles. Me rehusé, y me dirigí a la misma cadena en la que había comprado inicialmente, ¡Cuál sería mi sorpresa cuando habiendo pedido explícitamente un genérico, la señorita que atendía me dijo que costaba 45 soles¡. “Oiga”, le dije, “yo he comprado en esta cadena hace 3 días ese mismo producto a 5 soles!”. La señorita buscó mejor, y efectivamente me vendió mis 3 pastillas a 5 soles, el mismo principio activo fabricado por otro laboratorio nacional.
¡Cuánta gente no pagará 55 o 45 soles, por la misma medicina, pudiendo pagar 5 soles, sólo porque no sabe que puede haber otras opciones¡ Por cierto, los estudios científicos a nivel internacional han demostrado que los genéricos tienen el mismo poder curativo que las medicinas de marca.
Como verán, las diferencias de precios en las medicinas pueden ser enormes, razón por la cual tiene razón el Ministro de Salud cuando insiste en que los genéricos estén al alcance de la población, para lo cual el gobierno debe mejorar la información al público, asegurar la calidad de las medicinas y mantener una amplia cadena de boticas que comercialice genéricos.
Pero eso no siempre es posible, porque cuando las medicinas tienen patentes, se impide legalmente la venta de genéricos, estableciéndose monopolios. En ese caso, la situación de los precios se pone mucho más fea. Veamos un ejemplo: el paquete de antirretrovirales para el tratamiento básico para el VIH / SIDA costaba encima de 10 mil dólares anuales cuando estaban protegidos por patentes, pero el mismo producto cuesta entre 300 y 500 dólares como genérico producido en competencia.
Es por ello que debemos preocuparnos cuando los TLC con Estados Unidos o la Unión Europea buscan reforzar la protección de las patentes, prolongar el monopolio y de esa manera encarecer las medicinas. Es por ello también que es tan importante la medida recientemente adoptada por el gobierno de Rafael Correa en Ecuador, de “levantar” las patentes para más de 300 productos, haciendo uso de facultades expresamente permitidas por la llamada Declaración de Doha de la OMC – Organización Mundial del Comercio. Lula en brasil ha hecho lo mismo para algunos medicamentos para el VIH/SIDA.
Pero a diferencia de estos gobiernos progresistas, el gobierno aprista no quiere enfrentarse a las trasnacionales farmacéuticas. Prefiere estar bien con ellas a defender el derecho a la salud de los peruanos. A falta de medidas como éstas que pueden gran impacto, ojalá que las medidas del Ministerio de Salud para promover el consumo de genéricos tengan éxito en hacer llegar medicinas más baratas para todos los peruanos.
Una anécdota personal permite ilustrar esto. El año pasado, afectado por una severa infección a la garganta, pedí por teléfono a una cadena de farmacias 3 pastillas de azimotricina. Conocedor del tema, pedí genéricos. Me costaron 5 soles. Pero la infección fue grave, y tuve que comprar otras 3 pastillas. Llegué a otra cadena de farmacias, donde 3 pastillas del mismo principio activo – azitromicina – me lo ofrecieron como medicina de marca a 55 soles. Me rehusé, y me dirigí a la misma cadena en la que había comprado inicialmente, ¡Cuál sería mi sorpresa cuando habiendo pedido explícitamente un genérico, la señorita que atendía me dijo que costaba 45 soles¡. “Oiga”, le dije, “yo he comprado en esta cadena hace 3 días ese mismo producto a 5 soles!”. La señorita buscó mejor, y efectivamente me vendió mis 3 pastillas a 5 soles, el mismo principio activo fabricado por otro laboratorio nacional.
¡Cuánta gente no pagará 55 o 45 soles, por la misma medicina, pudiendo pagar 5 soles, sólo porque no sabe que puede haber otras opciones¡ Por cierto, los estudios científicos a nivel internacional han demostrado que los genéricos tienen el mismo poder curativo que las medicinas de marca.
Como verán, las diferencias de precios en las medicinas pueden ser enormes, razón por la cual tiene razón el Ministro de Salud cuando insiste en que los genéricos estén al alcance de la población, para lo cual el gobierno debe mejorar la información al público, asegurar la calidad de las medicinas y mantener una amplia cadena de boticas que comercialice genéricos.
Pero eso no siempre es posible, porque cuando las medicinas tienen patentes, se impide legalmente la venta de genéricos, estableciéndose monopolios. En ese caso, la situación de los precios se pone mucho más fea. Veamos un ejemplo: el paquete de antirretrovirales para el tratamiento básico para el VIH / SIDA costaba encima de 10 mil dólares anuales cuando estaban protegidos por patentes, pero el mismo producto cuesta entre 300 y 500 dólares como genérico producido en competencia.
Es por ello que debemos preocuparnos cuando los TLC con Estados Unidos o la Unión Europea buscan reforzar la protección de las patentes, prolongar el monopolio y de esa manera encarecer las medicinas. Es por ello también que es tan importante la medida recientemente adoptada por el gobierno de Rafael Correa en Ecuador, de “levantar” las patentes para más de 300 productos, haciendo uso de facultades expresamente permitidas por la llamada Declaración de Doha de la OMC – Organización Mundial del Comercio. Lula en brasil ha hecho lo mismo para algunos medicamentos para el VIH/SIDA.
Pero a diferencia de estos gobiernos progresistas, el gobierno aprista no quiere enfrentarse a las trasnacionales farmacéuticas. Prefiere estar bien con ellas a defender el derecho a la salud de los peruanos. A falta de medidas como éstas que pueden gran impacto, ojalá que las medidas del Ministerio de Salud para promover el consumo de genéricos tengan éxito en hacer llegar medicinas más baratas para todos los peruanos.
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http://www.cnr.org.pe/nueva_web/pluma-y-oido.shtml?x=7931
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