Ministro Vallejos: Quizá corrupto, con seguridad incapaz

viernes, 26 de octubre de 2007

El Ministro de Salud Carlos Vallejos ha tenido cuestionamientos por corrupción que se han sucedido uno tras otro: compra de ambulancias que tuvo que ser anulada, cambio del reglamento de ensayos clínicos para favorecer al propio ministro arriesgando a los pacientes, compras sobrevaluadas de alimentos del SIS, el SIS pasándole plata al INEI como si no éste no tuviera su propio presupuesto, compras de preservativos malogrados a la empresa de un médico aprista que trata al último hijo del Presidente, etc.

Él responde que eran sus viceministros, jefes, funcionarios nombrados, pero no sabía nada. Puede ser. Poco creíble, pero factible. A lo mejor Vallejos no es corrupto, solo sucede que los funcionarios y su entorno lo son, por docenas.

A ello se suma que salud no ha podido todavía gastar el presupuesto para inversiones que le dieron hace más de un año. Y que los problemas de hospitales que en vez de sanar enferman a la gente, como los varios casos de personas infectadas con VIH / SID, se multiplican. Incapaz de controlar la corrupción, incapaz de gestionar su sector.

Pero lo que no se ha resaltado suficiente es la mala orientación de la política de salud. Para empezar, siguen sin darle al sector salud los fondos presupuestales necesarios para cumplir su misión; salud sigue siendo la última rueda del coche. En segundo lugar, la inexistencia de ninguna propuesta de reforma para el sector salud. La descentralización, bien gracias, mientras la propuesta de municipalización anunciada por Alan García pasó al olvido. La atención primaria de la salud abandonada. En tercer lugar, ninguna respuesta a los serios problemas de calidad en la atención de salud, dejando sin aprobar la ley de derechos de los pacientes que Forosalud presentara con el respaldo de 100 mil firmas ciudadanas hace más de un año. Finalmente, frente a los serios problemas de contaminación ambiental que afectan a la salud, como en el caso de La Oroya y otras zonas mineras, el ministerio que debiera defender la salud pública brilla por su ausencia.

En esas condiciones, no sorprende que la interpelación al ministro Vallejos fuera aprobada en el Congreso. Sorprende más bien que los congresistas de Unidad Nacional no hayan votado a favor: alguna razón tendrán que desconocemos.
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Estando la salud pública abandonada y maltratada por el gobierno, tenemos que ser los peruanos de toda condición, los que defendamos la salud pública. Los ciudadanos debemos informarnos sobre como proteger y mejorar nuestra salud, y reclamar nuestros derechos ante los descuidos del gobierno y de quienes dirigen el ministerio de salud. Empecemos por casa, con una primera acción de reclamo ciudadano: Ministro Carlos Vallejos, váyase a su casa, como merece.

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