Unión Europea en TLC quiere monopolio para medicamentos en base a plantas

sábado, 25 de julio de 2009

Esta semana terminó en Lima la quinta ronda de negociaciones del TLC entre Perú y Colombia y la Unión Europea. Decían que podía ser la última. Y en este momento, los europeos insisten en que se amplíe el monopolio de las trasnacionales farmacéuticas, que ya se concedió en el TLC con Estados Unidos ahora a productos biológicos como la sangre, hormonas, vacunas, insulinas, medicamentos en base a plantas, entre otros. La consecuencia económica es obvia: a mayor monopolio, precios más altos, que pagaremos los peruanos en beneficio de las grandes empresas que dominan el mercado mundial de medicinas.

Esta imposición de la UE impedir la competencia de productores nacionales mediante la llamada “protección de datos de prueba”, va mucho más allá del TLC con EEUU, y encarecería todos estos productos, inclusive los que puedan hacerse en base a plantas originarias de nuestro país.

De aceptar el Perú esta definición se requeriría la modificación del DL 1072 de la implementación del TLC EEUU, y una nueva modificación de la Decisión 486 de la Comunidad Andina de Naciones. Una vez más, se pasaría por encima de las leyes aprobadas por el Congreso de la república y de los acuerdos tomados con los países socios andinos, para someterse a los intereses de las trasnacionales.

También, por cierto, se mostraría que la ministra Mercedes Araoz ha vuelto a engañar al país. Ella dijo ala prensa nacional, el 22 de marzo, que el Perú no cedería en estos temas y que no se iría más allá que el TLC con Estados Unidos. Pues ahora el gobierno está aceptando precisamente eso.

Parece que el gobierno no ha aprendido la lección de Bagua, e insiste en exprimir a los peruanos, a nuestra naturaleza y a los ciudadanos consumidores. Este es el orden injusto que quieren imponernos.
Audio:

Una nueva forma de gobernar el país

viernes, 17 de julio de 2009

Ahora que se viene un nuevo gabinete, debemos pensar, más allá de personas, ¿qué quisiéramos de una nueva forma de gobernar el país?


Que sea honesto. Que esté dedicado a ayudar al Perú y a las peruanas, y no esté concentrado en darle empleo a sus compañeros de Partido o ganarse con una licitación tramposa.


Que hable con la gente. Que visite los caseríos. Que se pasee por las calles, esté en los barrios y se suba a una combi, y no esté todo el tiempo en los salones de Palacio.


Que haga cambios en la economía. Que apoye a la agricultura, a las micro y pequeñas empresas, a los jóvenes emprendedores, y no sólo a las trasnacionales petroleras y mineras. Que busque un comercio justo y no acepte a pie juntillas todo lo que piden gringos, europeos o chinos en sus TLC. Que trabaje a favor de los peruanos y no de las trasnacionales. Que no entregue nuestros recursos y puertos.


Que termine con el abuso de los poderosos. Que las tierras de los campesinos y los territorios de los pueblos indígenas sean respetados. Que los trabajadores puedan organizarse en sindicatos sin ser despedidos y negociar mejores salarios. Que los más ricos paguen sus impuestos. Que los corruptos cumplan una larga pena en la cárcel.Que promueva el progreso. Que construya carreteras y caminos que conecten a los poblados, y las mantenga en buen estado. Que lleve electricidad a todos los rincones del país y de agua potable a los pueblos.Que nos proyecte al futuro.


Que promueva que nuestra biodiversidad sea cuidada, estudiada y bien aprovechada. Que apoye a las Universidades para que generen nuevas tecnologías. Que mejore la educación. Que mantenga un orden justo. Que detenga los robos y asaltos. Que mediante el diálogo, evite los conflictos y permita soluciones pacíficas a las demandas sociales. Que respete los Derechos Humanos.


Que descentralice el país. Que otorgue presupuesto y autonomía a los gobiernos regionales y municipios, dándoles un rol central en el Plan Anti-Crisis.


Que promueva las culturas y el entendimiento entre ellas. Que cuide el ambiente y la salud. Que sea firme en controlar la contaminación ambiental y la deforestación.


Que termine con las muertes por “friaje” y de prioridad a la nutrición y salud de los niños. Que cuide a los desprotegidos. Que al niño que pide limosna en la calle, le de comida y techo. Que esté preparado para actuar rápida y eficazmente ante el Niño que parece se nos viene.


Que haga realidad la la igualdad en la diversidad. Que no permita la discriminación contra nadie, indígena o negra, ciega o sorda, homosexual o travesti, ojota o pie en el suelo, mujer, joven o anciano.

Escuchar audio: http://www.cnr.org.pe/aa/textpfrancke.shtml

Progreso para las comunidades rurales

sábado, 4 de julio de 2009

Las recientes movilizaciones de protesta en la selva primero, y en la sierra después, tienen como agenda inmediata el rechazo a la masiva ola de privatización de tierras y de explotación de petróleo, gas y metales en condiciones ambientales y sociales negativas.

Pero hay otro telón de fondo: la ausencia de políticas del Estado orientadas a promover el desarrollo económico y social de esas comunidades rurales. Una agenda mínima en el aspecto económico debe considerar un aumento significativo de los recursos presupuestales destinados a esas zonas, con el fin de:

1. Mejorar caminos rurales y otras vías de comunicación, abriendo y rehabilitando trochas y dándoles mantenimiento permanente, de manera que las familias puedan sacar sus productos, puedan ir a los mercados y ferias regionales a comprar insumos, y la asistencia a los colegios y centros de salud se facilite

2. Construir infraestructura de riego, con pequeñas irrigaciones, represas y canales, y sistemas de riego tecnificado de bajo costo, que permitan tener agua controlada y segura, y producir varias cosechas al año mejorando la productividad

3. Transferencia de tecnología aplicando la capacitación de campesino a campesino, con paquetes como el de Sierra Productiva y otros, que permiten mejorar la productividad agropecuaria y hacer productos semi-procesados.

4. Promover nuevas iniciativas de negocios, familiares y comunales en turismo ecológico y cultural, piscigranjas, artesanías, textiles y otros, y mejorar las condiciones de comercialización promoviendo la asociatividad.

5. Facilitar el crédito para que puedan desarrollarse nuevos emprendimientos y mejorar su producción.

6. Asegurar a las familias frente a riesgos como heladas, friajes, sequías y otros desastres naturales, así como ante enfermedades, para que no pierdan sus activos (semillas, vacas, otros animales, etc) cuando esto sucede.

7. Impulsar fuertemente la investigación de nuevas alternativas productivas, partiendo de registrar la biodiversidad y los conocimientos tradicionales.

Hacer esto realidad en forma eficaz requiere dar un nuevo impulso a la descentralización, hacia los gobiernos regionales y municipalidades, con asistencia técnica y apoyo del gobierno central y de la cooperación internacional.

Es posible una nueva política orientada al desarrollo rural, que tendría enormes efectos sobre la pobreza. Solo es cuestión de voluntad política, que este gobierno no tiene.
Publicado en la Coordinadora Nacional de Radios (CNR):

Gas y petróleo ¿de todos los peruanos?

jueves, 2 de julio de 2009

Durante su enfrentamiento con los pueblos indígenas, Alan García insistió en que 400 mil “nativos” no podían impedir que 28 millones de peruanos aprovechemos los recursos naturales. “Ya llegó el momento de abrir las carreteras (…) para eso se nos ha elegido, no para lavarnos las manos y decir: para que no haya ningún herido miro para otro lado y mientras tanto nos quedamos sin gas y sin petróleo, ¿eso quieren?”, expresó días antes de la masacre de Bagua.

Es cierto que nuestra Constitución establece que los recursos naturales, como el gas y el petróleo, y como los minerales, pertenecen a la Nación. Pero, ¿realmente el gas y el petróleo resultan beneficiando a todos los peruanos?

¿PARA QUIÉN EL GAS?

Como nación, tenemos la suerte de contar con el gas de Camisea, una fuente de energía barata y relativamente limpia. No sólo eso: la empresa que invirtió en su exploración, la Shell, decidió no explotarlo. Nos lo dejó sin compromiso alguno. Y en esas condiciones, el gobierno peruano en el 2001 suscribió un contrato para su explotación, es decir, para extraerlo, separar líquidos de gases, transportarlos a la costa y venderlos.

Hasta ahí la historia iba más o menos bien. Pero a los socios principales del Consorcio Camisea se les abrió el apetito, querían recuperar su dinero rápido. Y como vender gas en el mercado interno parecía ir muy despacio, decidieron exportarlo, aún cuando esto no estaba legalmente permitido: la ley peruana establecía que debía asegurarse el abastecimiento del mercado interno peruano por 20 años permanentes, antes de pensar en exportar, y eso no estaba asegurado con las reservas existentes. Hunt Oil estaba asesorada por Pedro Pablo Kuczynski, que acababa de ser ministro de economía, e iba a ser Primer Ministro poco después.

Entonces, hicieron dos cosas. Una, dijeron que había más reservas de las que realmente había. Una empresa internacional acaba de indicar que en Camisea hay poco más de 8 TCF de gas, mientras el gobierno hablaba de hasta 11 y hasta 14 TCF. Por otro lado, hicieron un lobby para cambiar la ley, y lograron que el gobierno les aprobara la exportación de 4 TCF de gas a México.

Ahora, revelada la verdad, cuando el Perú ha empezado a crecer económicamente, ya no hay gas para los peruanos. Ya no alcanza para más. Necesitamos más electricidad, pero tenemos que usar fuentes más caras, incluido el diesel, porque ya no se puede usar más gas. Inversiones en nuevas industrias que quieren usar gas porque es una energía barata, y así poder competir internacionalmente, ya no les venden.

¿Gas para todos los peruanos? ¿O gas de Hunt Oil y Repsol para exportación?

PETRÓLEO: ¿CUÁNTO PARA LOS PERUANOS?

La Universidad de Columbia presentó recientemente un estudio sobre como se distribuye la renta petrolera, es decir las ganancias provenientes de la explotación de petróleo descontando los costos, entre los Estados y las trasnacionales. Comparan el Perú con otros países. Resulta que en Azebaijan, el Estado se queda con 85%, en Rusia, con 87%, en Egipto, con el 78%, en Venezuela (en contratos firmados antes de Hugo Chávez), con el 95%. En el Perú en los contratos firmados con este gobierno, el Estado se queda con sólo un 50 a 55% de la renta petrolera.

Las condiciones bajo las cuales este gobierno ha concesionado lotes petroleros que hoy ocupan tres cuartas partes de nuestra amazonía, no son favorables para el país. ¿Debemos extrañarnos? Estas concesiones petroleras se otorgaron de manera muy poco transparente. El “faenón” de Rómulo León fue su marca de origen. La entrega de casi toda la amazonía de un solo golpe en condiciones desfavorables sugiere que desde quienes están en el gobierno ha habido apuro por hacer negocios, no sólo por facilitar los negocios de otros.

No es el único caso de corrupción en el sector petrolero. Cuando se vende la empresa Petrotech, que extrae el petróleo peruano, su dueño el sr. Kallop dejó de pagar U$ 270 millones de dólares de impuestos. Así lo estableció una Comisión Investigadora del Congreso dirigida por un congresista aprista, es decir, no de la oposición sino del gobierno. Pero no se ha movido un dedo para cobrar ese dinero, y el congresista Johny Peralta se ha quedado bien calladito después de anunciar los resultados de su investigación. ¿Tendrá esto alguna relación con los vínculos de Mr. Kallop con la campaña electoral de Alan García que un medio de circulación nacional revelara semanas atrás?

Además, por cierto, prácticamente toda la explotación petrolera en el Perú es hecha por trasnacionales. Petroperú ya no explora ni explota petróleo, como sí lo hacen ENAP de Chile, PEMEX de México o ECOPETROL de Colombia.

CONCESIONES Y PUEBLOS INDIGENAS

Las concesiones para extraer materias primas de nuestra selva son el mayor conflicto entre el gobierno y las empresas trasnacionales de un lado, y los pueblos indígenas del otro. Las concesiones han sido otorgadas sin ningún diálogo ni consulta, con el antecedente de que anteriores explotaciones de petróleo han caudado daños ambientales tremendos. En el río Corrientes, hay más de 90% de niños con exceso de Cadmio en la sangre.

Las concesiones otorgadas violan el Convenio 169 de la OIT, que obliga al consentimiento previo de los pueblos indígenas antes de la explotación de recursos naturales en sus territorios. Hasta “The Economist”, la prestigiosa revista inglesa de corte liberal, indica en su último número que hay conflictos porque en algunos lotes se superponen concesiones con territorios indígenas.

La explotación de gas y petróleo debe ser, efectivamente, para beneficio de todos los peruanos. En especial, debe servir para mejorar, y no para empeorar, la calidad de vida de quienes viven en esas regiones. Eso es lo que dio origen al canon. Eso es lo que reclaman los pueblos indígenas de nuestra amazonía, y tienen razón.

Publicado en el Suplemento Semana del Diario El Tiempo:
http://www.eltiempo.com.pe/semana/28-06-09%20copia/Default.html