Inflación, Pobreza y Entrega de alimentos

viernes, 28 de marzo de 2008

El golpe que la inflación ha dado a la economía de amplios sectores populares ha afectado la popularidad de Alan García y los nervios del régimen. Efectivamente, en las últimas semanas, frente a este hecho el gobierno ha pasado de decir que era temporal y poco importante, a reducir los aranceles (sin éxito), a atacar a quienes resaltaron el tema en los periódicos, a plantear que los alcaldes persigan a las placeras de los mercadillos, y ahora a decir que repartirán directamente alimentos. El régimen no está al borde de un ataque de nervios: ya tiene ese ataque.

Vayamos por partes. La inflación es un fenómeno macroeconómico. Parte de las causas se deben al alza de precios internacionales, pero otra parte es el sobrecalentamiento de la economía a partir de una exagerada expansión del crédito, que ha añadido 6 puntos del PBI a la demanda interna durante el 2007. La política macroeconómica, fiscal y monetaria, son responsables. Y todavía no están haciendo lo que deben para controlar el asunto. Mas bien han optado por dejar caer el dólar como método antiinflacionario, lo que sin embargo resta competitividad a las exportaciones no tradicionales y a la industria para el mercado interno, ya afectada por la rebaja de aranceles. Y agrava el riesgo de un déficit externo en unos meses plazo.

El efecto de la inflación de alimentos sobre el bienestar es generalizado, afecta negativamente a todos los consumidores urbanos e incluso a buena parte de los rurales, ya que las familias del campo hoy consumen fideos, aceite y arroz como una parte importante de su dieta. Como se ha demostrado, además, la inflación ha sido mayor sobre los más pobres y sobre las provincias. El problema en este caso es que : 1) ese efecto no se limita a los pobres o pobres extremos, también a quienes sin ser clasificados como tales, apenas si lograr ingresos superiores a la línea de pobreza; 2) ese golpe negativo se suma a muchos meses de crecimiento económico con muy poco chorreo, o lo que es lo mismo, de un crecimiento económico que no beneficia al 50% o más de la población. Es este sector, ya fastidiado por no ver ninguna mejora en sus bolsillos mientras el Presidente, sus ministros y los medios repiten día tras día buenas noticias macroeconómicas, el que ahora ha elevado varios decibeles su malestar.

En ese sentido, la inflación reciente es como llover sobre mojado, poniendo de relieve el problema central del actual modelo económico: la distribución de la riqueza, que ya era muy injusta, hoy tiene niveles de injusticia escandolosos. La pobreza extrema no baja mientras las empresas mineras y otras obtienen ganancias elevadísimas. La respuesta a este problema no es ninguna “curita”, ningún “mejoral”, sino una modificación profunda del modelo económico y social.

Entregar alimentos en forma directa a las familias: de las ideas desesperadas que podía tener el gobierno, esta es probablemente la peor. ¿Van a llenar los estadios de comida para repartirla a las 12 millones de pobres que hay en el Perú? ¿A quién le van a entregar y a quien no?.
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El gobierno ha despreciado, con esta propuesta, el aporte que día tras día hacen cientos de miles de madres organizadas en los comités del vaso de leche y en los comedores populares, que son las vías por donde con mucha mayor facilidad y eficiencia podría distribuirse ayuda a los más pobres. Pero eso no es novedad: ese desprecio es el mismo desde comienzos del actual gobierno.

Inflación: Futuro y Revelaciones

jueves, 20 de marzo de 2008

Jueves 20 de marzo de 2008
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El alza de precios de los alimentos, que ha alcanzado el 10% en los últimos 12 meses, ha generado mucha preocupación entre las amas de casa y las familias peruanas en general. Que tan grave es el fenómeno? Como entenderlo junto con los proclamados grandes éxitos macroeconómicos? Que ha hecho el gobierno?

Estando la inflación total en cerca de 6%, casi el doble de la meta del Banco Central, es evidente que algo anda mal. Es cierto, sin embargo, que buena parte de esta cifra se debe al aumento del precio de los alimentos en el mercado internacional, en particular del trigo y el maíz. Es cierto también que a eso se añade un efecto temporal, causado por las excesivas lluvias y huaicos en varias zonas de la sierra y selva. Ambas causas probablemente amainen en el futuro, por lo que debemos esperar que este problema no se agrave en los próximos meses. Pero lo que resienten los peruanos es lo inefectivo que ha sido el gobierno al respecto.

La principal respuesta del gobierno ha sido la reducción de aranceles, los impuestos a la importación de alimentos. Pero esa medida no ha sido efectiva para controlar el alza de precios porque los monopolios que controlan la importación de alimentos han reducido su pago de impuestos y han elevado sus ganancias pero no han trasladado su reducción de costos a los consumidores. Es ahí donde el gobierno e Indecopi deberían poner la puntería. Pero para cubrir a estos grandes monopolios que son sus aliados, entre los que destaca Alicorp del grupo Romero (del que Rafael Rey fue empleado), en los últimos días el gobierno ha querido responsabilizar a los comerciantes minoristas que, igual que antes, tienen alta competencia entre ellos y no hacen grandes ganancias. ?O usted cree que la casera del Mercado cerca a su casa es millonaria? Por favor.

La inflación en el Perú ha sido mas baja que en países vecinos, pero la mayoría de los peruanos la siente mas que los chilenos, argentinos o brasileños porque acá, los salarios e ingresos de la gente no aumentan desde hace años, mientras que en otros países latinoamericanos el crecimiento económico si ha traído aumentos de salarios y programas sociales con mucho mas presupuesto para las familias populares. ? O ustedes creen que la reelección de Lula o la sucesión de Krichner por su esposa hubiera sido posible si la gente no estuviera mejor?

La reacción tardía e ineficiente del gobierno al alza de precio de los alimentos muestra nuevamente 1) su torpe manejo macroeconómico, tanto del Ministerio de Economía como del Banco Central bajo dirección de los neoliberales de Unidad Nacional, 2) su extrema confianza en los monopolios y en que los mercados funcionan eficientemente como si hubiera libre competencia y no monopolios, 3) su intento de responsabilizar a los pequeños empresarios, en este caso los minoristas, en vez de los mayoristas que concentran el poder, 4) su ninguna respuesta por el lado social, dejando los salarios estancados y los programas sociales con escaso presupuesto e inefectivos.

Las soluciones que ha planteado no resuelven nada. Es probable que no tengamos una espiral inflacionaria continuada. Pero lo que claramente tampoco tenemos, es un gobierno sensible a los reclamos populares y con la inteligencia y capacidad necesaria para atender los problemas urgentes cuando estos se presentan.

Dejemos las mordidas a un costado

sábado, 8 de marzo de 2008

A la familia Vásquez, que vive en un pequeño caserío en Chota, le sorprendería saber que para el Presidente la causa de su pobreza son los “perros del hortelano”. Con sus 4 hijos pequeños, la señora Yanedith no tiene idea de su existencia. No entiende la palabra “hortelano”, aunque viviendo básicamente de la agricultura bien podría calificar como tal. Su perro, por cierto, nunca deja de comer apenas puede.

Yanedith sabe sí que las lluvias de las últimas semanas han malogrado las pistas y se han llevado el puente. Por eso, no puede vender sus productos en Chiclayo. Su casa ha quedado afectada por las lluvias; se cayó un pedazo de la pared. Electricidad y agua potable no ha tenido nunca. Bien quisiera ella una ayuda oportuna en estos momentos de penuria.

“Los programas sociales son lo máximo”

El Presidente García ha resaltado en su último artículo que se gastan 3, 300 millones de soles para ayudar a familias como los Vásquez. Parecería mucho, pero no son sino 70 centavos de sol al día para cada peruano pobre. Poco, muy poco, respecto a necesidades urgentes.

También es poco en relación a las posibilidades: esa suma no alcanza a ser el 1% de lo producido en el Perú. Sólo las ganancias extraordinarias de las empresas mineras y petroleras, originadas en haberse sacado la lotería con precios inusualmente altos en el mercado internacional, suman cerca de 30 mil millones de soles, cerca de 10 veces lo que se destina a luchar contra la pobreza. El reclamo por una mayor redistribución está plenamente justificado.

García también dice que los programas sociales del gobierno son eficientes, focalizados y articulados. Ojalá fuera cierto. La realidad es que el vaso de leche, que es el programa que llega a más peruanos, no ha tenido ninguna mejora; a los comedores populares no se les ha dado ninguna atención y Foncodes, que era muy eficiente haciendo pequeñas obras en poblados rurales, prácticamente ha desaparecido.

Sembrando, el programa privado de Pilar Nores, tiene buenas intenciones pero algunas ideas realmente muy atrasadas para mejorar la vida en las comunidades campesinas. No está mal reemplazar el arado de palo por uno de fierro, pero eso genera muy poca mejora en la productividad. Otras experiencias de riego tecnificado y capacitación de campesino a campesino (los “yachachik”) probadas por la Federación de Campesinos del Cusco son muy superiores. Del mismo modo, Sembrando construye letrinas dentro de la casa que dejan una insoportable invasión de malos olores, habiendo opciones técnicas mucho mejores. Alan García podría buscar agradar a su esposa de mejores maneras que alabando su programa y poniendo al Estado a su servicio.

Por su parte, la estrategia Crecer habla de articulación de programas con poco avance real, mientras dedica su esfuerzo principal a hacer que Jorge del Castillo encabece mítines por todo el país en una repetición del viejo clientelismo. Para reforzar esa estrategia el gobierno ha cambiado al presidente del programa Juntos, reemplazándolo por un dirigente aprista bien entrenado en Crecer.

Insistir en que todo está perfecto con los programas sociales tiende a perpetuar sus problemas. El Presidente debiera liderar el cambio en vez de concentrarse en hacer propaganda irrealista.

“Inversión sin condiciones”

En sus artículos, Alan García ha dicho claramente que para él, la inversión privada no puede ser criticada.

Para García, criticar que empresas como Casapalca o Diseño y Color despidan a cientos de trabajadores por querer hacer un sindicato, es ser un “perro del hortelano” que no deja a las empresas hacer negocios. Debe ser por eso la lenidad del Ministerio de Trabajo en sancionar esos comportamientos, hoy proscritos por convenios internacionales.

Para García, exigir que las madereras no depreden el bosque amazónico y hagan una explotación sostenible, es ser un “perro del hortelano”. Debe ser por eso que quiere eliminar el régimen de concesiones madereras con obligaciones de manejo ambiental.

Para García, impedir que empresas mineras expulsen a campesinos de sus tierras sin ninguna consideración por su propiedad y forma de vida, es ser un “perro del hortelano”. Debe ser por eso que quieren declarar de prioridad nacional 20 proyectos mineros, aún antes de conocer sus posibles impactos ambientales y sociales.

El Presidente está equivocado: exigir condiciones sociales y ambientales básicas a la inversión no tiene porqué ahuyentar a nadie, salvo a depredadores que no nos convienen.

La (¿invisible?) Pequeña y Micro Empresa

En los artículos de Alan García solo existen los grandes inversionistas, de decenas o cientos de millones de dólares. Está equivocado: la inversión más importante para la lucha contra la pobreza en el Perú es la de los campesinos que siembran pastos mejorados y juntan un par de vaquitas más, la de los microempresarios que compran una nueva máquina para producir mejores muebles, la de los provincianos que deciden adaptar su casa para convertirla en alojamiento para turistas, la de los transportistas que compran buses nuevos. Esa también es inversión, señor presidente. No son invitados a palacio pero arriesgan más su seguridad financiera que Mr. Hunt. Ponen más empeño, generan más empleo y reducen más la pobreza que las grandes trasnacionales.

Esa pequeña inversión necesita apoyo. Podría crecer mucho más si tuvieran un crédito más barato que el 40% anual que les cobran ahora, si les facilitaran el acceso y las conexiones con los mercados, si se capacitara a sus trabajadores y se les acercara a los avances tecnológicos.

Política Social y Discusión Democrática

La lucha contra la pobreza requiere un aumento sustancial de recursos destinados al gasto social y de reformas para elevar la calidad de ese gasto. También necesita priorizar el agro, la industria y el turismo para promover el empleo, restituir derechos laborales y promover el aumento de la productividad de las pymes y los pequeños agricultores.

La democracia requiere una discusión seria de los retos y alternativas en la lucha contra la pobreza. El Presidente García ha preferido desacreditar a los opositores caricaturizando sus posiciones y llamándolos “perros del hortelano”, mientras reprime con más fuerza y brutalidad las protestas callejeras. Fortalecer la democracia requiere más bien un diálogo alturado y la búsqueda de acuerdos, antes que la aniquilación de un supuesto enemigo. Dejemos los ladridos y las mordidas a un costado.

Contratos, Recursos Naturales y Desarrollo

lunes, 3 de marzo de 2008

Uno de los temas que ha entrado con fuerza en el debate electoral es el del cambio de condiciones bajo las cuales operan las grandes empresas, principalmente extranjeras, que explotan recursos naturales como el oro, el cobre, el petróleo y el gas.

Tal discusión es en realidad parte de una discusión mayor: cómo se desarrolla un país rico en recursos naturales. Una de las características del Perú es precisamente tener abundancia de estos recursos. Pero como lo muestra nuestra historia, tener muchos recursos naturales no es ninguna garantía de desarrollo. Es más, estudios internacionales comparativos parecen indicar que los países con muchos recursos naturales, en especial minerales, tienden a crecer menos y no más que los que no tiene esos recursos.

Para los economistas, esta es sin duda una gran paradoja: ¿cómo es posible que quien tiene más riquezas – en este caso naturales – no le vaya mejor económicamente? Las explicaciones sugeridas por quienes han estudiado el tema son que hay una apropiación privada de esos recursos debido a gobiernos corruptos que no privilegian el interés público, que los esfuerzos de las empresas privadas se orientan más a capturar las rentas que otorgan esos recursos que a buscar una competitividad basada en progreso tecnológico, y que estos recursos tienen y precios y condiciones de mercado inestables que luego se trasmiten en fuertes crisis económicas en los países.

La historia reciente de la explotación de los recursos naturales en el Perú parece apoyar sobretodo la primera explicación sugerida: los beneficios de la explotación de los recursos naturales se concentran en muy pocas manos, a pesar de que se trata de riquezas que pertenecen a todos los peruanos.

En esta campaña electoral se han propuesto dos formas para este cambio de condiciones: la primera es establecer nuevas reglas tributarias, tales como las regalías mineras o el impuesto a las sobreganancias por los altos precios internacionales actuales; la segunda es renegociar los contratos. Ambas formas están vinculadas, ya que los contratos de estabilidad tributaria o jurídica que han firmado algunas empresas establecen limitaciones al cobro de nuevos impuestos. Sin embargo, esta limitación no alcanza a todas las empresas, y el pago de las regalías – según ha fallado el Tribunal Constitucional - no puede ser exceptuado amparándose en contratos de estabilidad (a pesar de lo cual este gobierno lo les quiere cobrar).

Quienes defienden el statu quo y quieren que las cosas sigan como están, suelen utilizar el argumento de que cambiar la situación incomodaría a los capitalistas dueños de las empresas y ahuyentaría la inversión. Efectivamente, todo cambio es costoso en cierta medida, y a los inversionistas les gusta que les cobren pocos impuestos y obtener las mayores ganancias posibles. La cuestión es que para el país es más costoso aún quedarse para siempre estancados en la situación actual, permitiendo que nuestras riquezas naturales se vayan aportando muy poco o nada al desarrollo nacional.

Por otro lado, el argumento de que no se puede plantear una renegociación de los contratos porque perdemos credibilidad, es totalmente hipócrita; ya que las grandes empresas han planteando decenas de modificaciones a los contratos y leyes en su favor, incluyendo algunas con “nombre propio” como el Decreto Supremo que se ha dado para favorecer a Doe Run y permitirle que siga contaminando el aire y envenenando a los niños en La Oroya.
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Nuestro país requiere una mejor distribución de los ingresos, en particular de los provenientes de recursos naturales. El estado debe cumplir un rol clave en ese sentido, captando esos recursos y destinándolos con eficiencia a mejorar la educación, la salud y la protección social, y la lucha contra la pobreza y por el desarrollo de las zonas más pobres del país. Como dicen todos los candidatos es hora del cambio, pero sin este cambio fundamental, los cambios que se prometen serán epidérmicos.

“El Perro del Hortelano 1”

¿Se gasta mucho en la lucha contra la pobreza? El Presidente García refiere 12 programas sociales, juntando un poco de todo, para sumar 3, 300 millones de soles. Parecería mucho, pero no son sino 70 centavos de sol al día para cada peruano pobre. Apenas 1 de cada 100 soles producidos en el Perú se destinan a la lucha contra la pobreza. Mientras tanto, sólo las ganancias extraordinarias de las empresas mineras y petroleras, originadas en haberse sacado la lotería con precios inusualmente altos en el mercado internacional, suman cerca de 30 mil millones de soles. Cerca de 10 veces lo que el Estado destina a luchar contra la pobreza. Tanto si lo vemos respecto de la necesidad como de las posibilidades, el gasto social sigue siendo muy bajo.

García señala que los programas sociales del gobierno hoy son altamente eficientes, bien focalizados y articulados. Ojalá fuera cierto. También habla de una supervisión independiente del programa Crecer, la que nadie conoce. Lo que sí sabemos es que han forzado la renuncia del presidente del programa Juntos, buscando reemplazarlo por alguien del partido de gobierno.

La lucha contra la pobreza requiere un aumento sustancial de recursos destinados al gasto social y de reformas para elevar la calidad de ese gasto con una supervisión y evaluación independientes. También necesita priorizar el agro, la industria y el turismo para promover el empleo, reformas laborales para restituir derechos a los trabajadores y programas para aumentar la productividad e ingresos de las pymes y los pequeños agricultores.

La democracia requiere una discusión seria de los retos y alternativas en la lucha contra la pobreza. El Presidente García ha preferido desacreditar a los opositores caricaturizando sus posiciones, mientras reprime con más fuerza y brutalidad las protestas callejeras. Fortalecer la democracia requiere más bien un diálogo alturado y la búsqueda de acuerdos, antes que la aniquilación de un supuesto enemigo. Dejemos los ladridos y las mordidas a un costado.

“El Perro del Hortelano 3”: Una crítica de Cine

domingo, 2 de marzo de 2008

“El perro del hortelano 3” está protagonizada por unos malos recontramalos. Como se supone que son caninos, deben ser sanguinarios hombres-lobo. En cambio los buenos son tan pero tan buenos. No cabe duda que la película es made in Hollywood, USA. Sólo que interpretar la realidad con estos esquemas no llega demasiado lejos. Eso está bien para las películas.

En política, no ha sido raro en nuestro país tratar de desacreditar a los opositores, caricaturizando sus posiciones. Pero ese no es un comportamiento que fortalezca la democracia, la requiere más bien el desarrollo de la razón y la búsqueda de acuerdos, antes que la aniquilación de un supuesto enemigo.

¿Y son tan buenos los buenos? El Presidente García cita 12 programas sociales, juntando un poco de todo y estirando el concepto todo lo posible, para sumar 3, 300 millones de soles. Pero aunque esa cifra parece mucho, no lo es: no llega al 1% del PBI nacional. Menos de 1 sol de cada 100 producidos en el Perú se destinan, según el Presidente, a la lucha contra la pobreza. Mientras tanto, sólo las ganancias extraordinarias de las empresas mineras, petroleras y pesqueras originadas en haberse sacado la lotería con precios inusualmente altos en el mercado internacional suman cerca de 30 mil millones de soles. Cerca de 10 veces lo que el gobierno destina a la lucha contra la pobreza.

“El perro del hortelano III” señala que los programas sociales del gobierno hoy son altamente eficientes, bien focalizados y articulados. Habla además de una supervisión independiente del programa Crecer, supervisión que nadie conoce. Debe ser en aras de esa independencia que han forzado la renuncia del hoy ex - presidente del programa Juntos, que no era del partido de gobierno.

Muchas veces, la segunda parte de una película no es tan buena como la primera, pero la tercera ya pide a gritos que la paren.

Pero a diferencia de cualquier película, desde la primera entrada el director nos cuenta que ya los malos están completamente derrotados. No es de extrañar, ya que son absolutamente idiotas. Pero si fuera así, ¿cuál es el sentido de la película entonces?.