Economía 2008

miércoles, 26 de diciembre de 2007

  1. PRONÓSTICO: La economía norteamericana dejará de crecer debido a los efectos del estallido de la burbuja especulativa de hipotecas subprime (créditos difíciles de recuperar). DUDA: ¿Cuánto reducirá su crecimiento la economía china, basada en exportaciones y que tiene en Estados Unidos uno de sus grandes mercados, por esta causa? Ojo que China tiene también sólido comercio con Asia y decidió recientemente priorizar su mercado interno. La solidez que tenga el crecimiento económico de China y el Asia determinarán el ritmo de la economía mundial en el 2008 y podrían marcar el inicio de una nueva dinámica mundial, menos determinada por los ciclos de EEUU y Europa.
  2. PRONÓSTICO: Los precios internacionales de los metales, nuestras principales exportaciones, mantendrán una tendencia a la baja, debido a la menor demanda mundial. DUDA: ¿estos precios aterrizarán en una meseta alta o se estrellarán en el piso? Si se mantiene el dinamismo económico en el Asia, posiblemente lo primero. Una caída suave de los precios de los metales no afectaría sustancialmente al crecimiento de la economía peruana. Durante los años 2005-2007, el alza de precios internacionales ha tenido como efecto principal elevar las ganancias de las empresas mineras. Por ello, la caída en el valor de las exportaciones (por menores precios) se verá en buena medida contrarrestada por menores remesas de utilidades al exterior.
  3. PRONÓSTICO: La recesión de la economía norteamericana reducirá la demanda por nuestras exportaciones no tradicionales, como espárragos y ropa. El TLC no amenguará este efecto negativo, porque ya tenemos las mismas facilidades de acceso y reducción de aranceles desde el ATPDEA. DUDA: ¿Podrá mantenerse el crecimiento de estas exportaciones no tradicionales en base a nuevos destinos, nuevos productos y mayor competititividad? Ojo que sin ese dinamismo de las exportaciones no tradicionales, buena parte del crecimiento del empleo en la costa peruana se perdería. DUDA: ¿Qué pasará con la entrada de capitales extranjeros hacia la economía peruana el 2008? ¿Puede la caída en exportaciones, que se reflejará en la bolsa de valores de Lima, poner nerviosos a los inversionistas extranjeros? ¿Los problemas de los bancos internacionales harán que estos saquen fondos de países como el nuestro?
  4. PRONÓSTICO: Los intentos del gobierno por acelerar la inversión pública finalmente tendrán éxito, luego de año y medio de anunciado el “shock de inversiones”. Por otro lado, los ingresos tributarios del estado, que han crecido fuertemente en los últimos dos años debido al auge de precios internacionales de las materias primas, detendrán su crecimiento. DUDA: ¿Cómo reaccionará el Ministerio de Economía y Finanzas ante esta nueva situación, que produciría un deterioro en las cuentas fiscales?
  5. PRONÓSTICO: Los superávits comercial y fiscal se reducirán, pero sin llegar a convertirse en déficits. Las condiciones de la economía peruana, de crecimiento con alta concentración de los ingresos y exclusión de las mayorías se mantendrán. DUDA: ¿Qué efectos sobre los conflictos sociales y la gobernabilidad tendrá el que un año más, nuevamente el crecimiento ni siquiera “chorree”?

Stiglitz, Minería y Desarrollo

viernes, 21 de diciembre de 2007

Joseph Stiglitz vino al Perú a dar algunas conferencias, una de ellas sobre “Recursos Naturales, Desarrollo y democracia”. ¿Qué dijo el Premio Nobel de Economía?
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Como dijo el propio Stiglitz, la ciencia económica pensaba que los recursos minerales y de petróleo facilitaban el desarrollo. Pero han surgido estudios diversos mostrando que es al revés, y a esta sorpresa la llamaron “la maldición de los recursos naturales”. El Perú no es el único país minero o petrolero poco desarrollado, ni posiblemente el peor: Nigeria, Angola, Chad o Sierra Leona en África comparten esta triste situación.
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¿Cómo es esto posible? La minería tiene algunos efectos perniciosos que saltan a la vista, como la contaminación ambiental o el desplazamiento de campesinos de sus tierras sin su consentimiento y sin una compensación económica justa. Pero también puede generar otros problemas que no están tan obviamente vinculados, como el aumento de la desigualdad, el descuido de la educación, la mayor corrupción, los conflictos en torno a la captura de la renta y la menor estabilidad macroeconómica.
Uno de los efectos más importantes mencionados por Stiglitz es que el predominio de la gran minería genera una fuerte concentración de la riqueza. Unas pocas empresas, la mayoría extranjeras y de apenas una docena de familias peruanas, se apropian de la riqueza de nuestros recursos naturales, pero al mismo tiempo el empleo generado no alcanza ni a 1 de cada 100 peruanos buscando trabajo. Los problemas que trae la minería de contaminación ambiental, empeoramiento de la salud de la población y desalojo de campesinos de sus tierras, agravan la situación de pobreza. Los impuestos que paga esta minería no alcanzan a sustentar una educación, salud o seguridad social decentes.

La extrema desigualdad económica se traduce a su vez en extrema desigualdad política, al hacer que unos pocos puedan financiar grandes campañas electorales para que luego los presidentes electos defiendan sus privilegios y riquezas. Como en el reciente cambio de gabinete, nombrando como Ministro de Trabajo a un abogado destacado por trabajar a favor de las empresas en sus juicios y lobbies contra los trabajadores. Veremos que pasa con el anunciado Ministerio del Medio Ambiente, al que las empresas mineras ya manifestaron su oposición.

Resolver el tema de la desigualdad favorecida por la minería rentista pasa por que el estado sea quien se apropie de esa riqueza y la utilice para financiar la educación, la salud y la seguridad social, en especial los más pobres. Esto debe ir reforzado por políticas para reducir la desigualdad en otros campos, como asegurar el acceso indiscriminado a la justicia, democratizar lo medios de comunicación masivos e implantar reglas claras que limiten el financiamiento de grandes empresas a los partidos y campañas electorales.

La minería puede ser buena para el desarrollo. Para ello, tiene que controlarse los efectos negativos que puede generar sobre su entorno inmediato: los problemas medioambientales y sociales sobre las comunidades y zonas aledañas. También es necesario que la riqueza generada por la minería sea distribuida con justicia y se evite que las empresas mineras tengan una desmedida influencia sobre el Estado, como sucede actualmente.