Política Económica y Política Social: Ambos necesarios

domingo, 19 de marzo de 2006

Si tuviéramos que hacer una gran simplificación, realmente abusiva, de las propuestas económico-sociales de Lourdes Flores y Ollanta Humala, podríamos presentarlas así: Lourdes Flores tiene planteamientos sobre como mejorar la salud y la educación, pero no quiere cambiar la economía y no dice de dónde saldrían los recursos para hacer todas las maravillas que promete (una notoria contradicción de su plan de gobierno es que al mismo tiempo indica que no se ampliará el tamaño del estado pero que otorgará 3% del PBI adicional a educación, 800 millones al seguro universal de salud y 2,000 millones de dólares a infraestructura).En síntesis, Lourdes propone política social sin cambio en la política económica y sin recursos para implementarla.

Por otro lado, Ollanta Humala ha puesto mucho más énfasis en la redistribución económica, planteando el cobro de regalías mineras sin excepciones, la revisión de contratos abusivos en la explotación de recursos naturales y un impuesto a las sobreganancias. De tal manera que plantea cambios en la política económica y fondos para financiar una política social más fuerte. Pero no le hemos oído propuestas específicas para la educación, la salud o la seguridad social. ¿Para asegurar que enseñen los mejores maestros y no los que tienen vara o pagan por el puesto, promovería que haya un examen y que entren los mejores (como hizo pioneramente Nicolás Lynch, y la alianza Ayzanoa – Meche Cabanillas – Sutep tiraron al tacho)? ¿Favorecería la participación de padres de familias, comunidades y municipios en la gestión educativa? ¿O su plan es simplemente poner más presupuesto en sistemas de salud, educación y protección social, ineficientes e inequitativos?
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Seguramente mi juicio es severo y abusivo. Posiblemente las propuestas mencionadas no tienen los grandes vacíos que yo señalo. Pero para la ciudadanía vale lo que se trasmite al público, y eso es lo que he venido oyendo. Un buen programa de gobierno debe ser coherente y ser trasmitido de esa manera, para convocar adhesiones hacia las transformaciones que prometen. En estas elecciones todavía hay un déficit que superar en ese terreno.

Cambio Económico: Movimiento de Pinzas

sábado, 18 de marzo de 2006

El debate electoral ha encontrado un inusitado consenso: nadie está de acuerdo en confiar en el “chorreo”, y todos los candidatos señalan que la minería genera muy pocos empleos y plantean la necesidad de un cambio en la orientación económica. Mala noticia para los neoliberales del IPE: en el debate público, ya fueron.

La cuestión ahora es cómo lograr este cambio de modelo económico hacia uno en el que la mayoría de la población, y en especial los más pobres, se vean beneficiados. El asunto no es fácil, ya que este modelo tiene mucha fuerza económica. En esencia, el cambio de modelo requiere lo que se llama un movimiento de pinzas, es decir, desplegar dos movimientos en simultáneo que rodeen al enemigo.

Un movimiento es la redistribución de las grandes ganancias, en particular las que producen nuestra minería, petróleo y gas, sobretodo ahora que los precios de estos productos están altísimos. También los bancos y AFPs están obteniendo rentabilidades excepcionales. Establecer condiciones justas por la explotación de nuestros recursos naturales y cobrar impuestos a quienes más ganan es fundamental para obtener los recursos que se requieren para que la educación, salud y protección social sean de calidad y lleguen a todos los peruanos. Este es un movimiento de redistribución, haciendo que el estado cumpla con asegurar los derechos sociales a partir de un aprovechamiento colectivo de la riqueza nacional. Reinstaurar derechos laborales básicos es otra política en este mismo sentido.

El otro movimiento es el impulso a los sectores intensivos en empleo, como la agricultura, la industria, el turismo y las pequeñas empresas. Acá hay que poner énfasis en políticas que amplíen mercados, faciliten crédito, organicen cadenas productivas, provean información comercial y promuevan la adopción de nuevas tecnologías. Este es un movimiento de cambio de orientación sectorial, girando el crecimiento hacia uno generador de empleo y descentralizado.

Estos dos movimientos tienen dos conexiones indispensables y por eso la necesidad de que marchen juntos. Por un lado, los programas de crédito, información comercial y asistencia técnica para el agro y las pymes requieren financiamiento público, el que sólo puede provenir de ese aumento en la recaudación tributaria. La otra conexión es la sectorial: sólo cobrando impuestos a la minería y a los grandes capitales por un lado, y promoviendo al agro y los pequeños empresarios por el otro, es que el giro del timón tendrá la fuerza necesaria para modificar el rumbo del crecimiento hacia uno inclusivo y amplio.
El TLC acogota ambos movimientos. Por el lado del cobro de impuestos a la minería y grandes capitales, el TLC impide que el estado peruano revise contratos lesivos al interés nacional, como en el caso de Camisea. Por otro lado, el TLC le quitará al agro el mercado donde coloca sus productos, ya que las importaciones de productos subsidiados de los EE.UU. le harán competencia desleal (y el 97% de las tierras se destinan al mercado interno y sólo 3% a la exportación).

Salud en el Debate Político

Empiezan a presentarse y discutirse los planes de gobierno de los distintos partidos en salud. Las principales propuestas tienen que ver, hasta el momento, con establecer un seguro universal que cubra a toda la población. A nuestro entender, hay al menos tres temas que requieren mayor atención en los planes de gobierno de los partidos.

El primero y más notorio es el referido al financiamiento del aseguramiento universal propuesto. Establecer que un conjunto de atenciones de salud deben estar disponibles con calidad y en forma gratuita para toda la población es fundamental para hacer realidad el derecho a la salud. Pero la principal dificultad para hacer que ese aseguramiento sea efectivo es el presupuesto público destinado a salud, que asciende a un poco más de 1% del PBI, uno de los más bajos de Latinoamérica. Si no hay fondos, ¿de dónde saldrían los recursos para pagar personal, medicinas e insumos requeridos para las atenciones de salud? Los partidos deben comprometerse a aumentar el financiamiento público para salud a entre 2% y 3% del PBI y a usar estos fondos más eficientemente y con respeto a los derechos de los usuarios, para hacer realidad el aseguramiento universal.

Un segundo tema central es el referido a la promoción y prevención en salud; es decir, a las políticas orientadas a mantener la buena salud antes que a curar la enfermedad. La desnutrición infantil es producto de la mala alimentación y el uso de agua contaminada. La obesidad es ya un problema de salud pública en el Perú, causando diversas enfermedades en particular del corazón. El tabaco, las drogas y el consumo excesivo de alcohol son tres grandes causas de enfermedad y muerte. También lo son los accidentes de tránsito, la violencia en las calles y dentro de los hogares. Un caso de particular importancia es el de la contaminación ambiental, cuando vemos empresas como Doe Run que incumplen compromisos adoptados envenenando a los niños con plomo, lo que afectará irremediablemente su desarrollo mental. En todos esos casos, la política de salud debe poner énfasis en actuar sobre esas causas, mejorando los comportamientos individuales y las relaciones sociales que generan grandes daños a la salud. Necesitamos políticas económicas y sociales saludables. Sobre todos esos temas, esperamos de los partidos políticos propuestas al respecto.

El último tema que debe reforzarse en los planes de gobierno de salud es el referido a la participación ciudadana en salud. Si no hacemos una reforma del Estado que cambie la relación de éste con los ciudadanos, se mantendrá un estado ineficiente y atravesado por la corrupción. Hay experiencias importantes en salud, desde los CLAS participativos en el nivel local hasta otros mecanismos a nivel regional como referéndums y cónclaves. El próximo quinquenio debiera ver un avance importante al respecto, para lo cual es necesario también que los candidatos presenten propuestas y compromisos.

El debate sobre propuestas de política recién empieza. Esperemos que en los próximos meses podamos conocer con más detalle las alternativas que en salud propugnan los diversos candidatos y fuerzas políticas, para orientar adecuadamente nuestro voto y para poder posteriormente tomar cuentas a quienes salgan elegidos.

Evitando Caries: Lavado de dientes y fluorización de la sal

Una de las áreas de la salud más abandonada en nuestro país es la salud bucal. Cuando uno visita pueblos rurales, llama la atención el terrible estado de la dentadura de muchos de los campesinos. Cuando uno conversa con una señora de un pueblo joven de Lima, no es raro encontrarse con la preocupación por una dentadura con problemas, lo que usualmente significa mucho dolor y también un esfuerzo económico importante para una extracción, ya que endodoncias o coronas resultan, para una familia pobre, demasiado caras. Si para cualquier clasemediero de nosotros un dolor de muelas es algo bastante desagradable pero muy eventual y remediable sin demasiado dificultad, para los pobres del Perú el problema de la dentadura es realmente un sufrimiento.

Sin embargo, el estado peruano hace poco o nada al respecto, en particular respecto de la prevención. La primera política indispensable en este terreno es enseñar a los niños a lavarse los dientes. Yo he insistido en esto con mis hijas hasta hacerlo un hábito, pero ¿como podemos esperar que el campesino pobre que no tiene costumbre ni ha sido enseñado a lavarse los dientes, lo haga con sus hijos? Los programas de desayunos escolares debieran incluir el reparto de cepillos y pasta de dientes en zonas pobres, y los profesores debieran asegurarse que terminado el desayuno, todos los niños en fila a lavarse los dientes.

Acabo de leer que hay otra política sencilla y efectiva para evitar las caries: fluorizar la sal. Desde hace muchos años se sabe que el fluor actúa como protector de la dentadura, y se ha invertido en fluorizar el agua potable. Pero lógicamente, eso solo funciona donde hay agua potable y una empresa que pueda fluorizarla, que no es el caso de los poblados rurales. Por otro lado, uno de los programas de salud preventiva más exitosos en el Perú ha sido el de iodizar la sal, lo que ha errradicado el bocio. La sal, por su consumo universal, es un medio ideal para refuerzo de micronutrientes. En Jamaica, copiando la experiencia de Suiza y Francia, fluorizaron la sal a un costo de 6 centavos de dólar por persona al año, con lo que redujeron el 80% de las caries en niños. Por cada dólar gastado, se ahorran 250 en costos de futuros tratamiento. No sería nada difícil hacer algo similar en el Perú.
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La salud bucal ha sido mucho tiempo un tema olvidado en nuestro país, con enormes costos económicos y de sufrimiento humano para muchos. Hay políticas de prevención, así como de curación y rehabilitación, que pueden ponerse en marcha sin mayor dificultad. Sólo hace falta voluntad y decisión política.

Políticas de Salud: Consensos y Enfasis

sábado, 11 de marzo de 2006

Seis agrupaciones políticas – Unidad Nacional, Partido Aprista, Frente de Centro, Partido Nacionalista Unión por el Perú, Partido Socialista y Justicia Nacional - presentaron sus planes de gobierno el 23 de febrero en un evento organizado por ForoSalud, el Colegio Médico y la Universidad Cayetano Heredia, donde recibieron comentarios de especialistas, abriendo así un interesante debate sobe el tema (las presentaciones pueden verse en http://www.forosalud.org.pe/). También Concertación Descentralista presentó su plan de gobierno en salud esa semana.

Las presentaciones mostraron que hay algunos puntos ante los cuales hay consensos amplios, como promover la participación, preocuparse por los determinantes sociales y ambientales de la salud y avanzar hacia el aseguramiento universal. De hecho, en el mismo evento circuló un acuerdo de políticas en salud está siendo firmado por un grupo amplio de partidos.

Aún cuando hay importantes consensos, también es verdad que en muchos temas varios planes de gobierno presentados pecan de generalidad y afirman pocas propuestas concretas. Por ejemplo, en el tema de la salud, las propuestas que presenta Lourdes Flores en su reciente spot publicitario, no fueron presentadas como centrales en el evento realizado. Los partidos parecen preferir, en presentaciones como ésta donde hay espacio al diálogo, no precisar prioridades y presentar un abanico amplio de propuestas, mientras dejan propuestas más concretas para el terreno de la propaganda. En este terreno, pocas agrupaciones han precisado cuántos recursos adicionales dedicarían al presupuesto de salud y de dónde los obtendrían: el APRA y el Partido Socialista destacan entre los que incluyeron ambas cosas.

Un tema polémico en salud durante mucho tiempo ha sido el de la desarticulación de los sistemas de salud, entre el Ministerio de Salud, EsSalud y las Sanidades de las FuerzasArmadas y policiales. Salvo Unidad Nacional, casi todos los grupos plantean avanzar hacia una integración de estos sistemas.

Por otro lado, el tema de aseguramiento universal, es decir lograr que todos los peruanos tengan acceso a una atención de salud sin tener que pagar en el momento de la necesidad, también fue señalado por casi todos, varios de ellos poniendo énfasis en el SIS y EsSalud como avanzar hacia este objetivo. Ninguno, sin embargo, llegó a especificar qué medidas específicas tomaría al respecto o hacia qué grupos o riesgos prioritarios ampliaría primero el aseguramiento y con cuánto presupuesto.

En cambio, el objetivo de superar la inequidad figura en un lugar prominente solamente en el plan de Unidad Nacional, aunque no se vincula claramente con las propuestas de política que este grupo plantea. Otros grupos, como el Partido Socialista y el PNUP de Ollanta Humala, ponen énfasis más bien en que la salud debe entenderse como un derecho fundamental.

Quedan apenas dos meses para las elecciones, y recién empezamos a ver propuestas de planes de gobierno en salud, las que todavía pecan de generalidad. Ojalá en las próximas semanas pueden haber más debates y presentaciones, y la ciudadanía pueda informarse con mayor detalle de las propuestas concretas que cada agrupación política plantea.

Medicinas al alcance de todos

Uno de los grandes problemas de la salud pública es la falta de acceso a las medicinas. Apenas uno de cada cuatro peruanos está afiliado a EsSalud y puede pedir las medicinas gratuitas, que a veces no están disponibles. Lo mismo pasa con el SIS, que sólo cubre a niños y madres gestantes. Para que sea realidad el derecho a la salud, todos debemos tener acceso a medicinas de calidad garantizada, lo que muchos pobres en nuestro país no consiguen.

Varios candidatos han puesto énfasis en promover un seguro universal para toda la población, pero hasta que esto se haga realidad hay un largo trecho por recorrer. Abaratar las medicinas tiene que ser una política fundamental, porque reduce el impacto sobre los bolsillos de quienes tienen que comprarlas, y también porque libera presupuesto público para ampliar la atención de salud a más peruanos.

Una primera política al respecto debe ser promover la competencia. En el mercado de medicinas se encuentra que el producto de marca puede costar hasta diez o veinte veces más que un genérico similar. El gobierno debe facilitar que la gente pueda escoger el producto que le conviene más. Para ello, debe asegurarse que todas las recetas tengan el nombre del genérico (lo que se conoce como la denominación común internacional”), de tal manera que cuando vayamos a la farmacia podamos escoger entre las distintas opciones existentes. Debe además asegurarse la calidad de todas las medicinas, para que no haya dudas que un genérico tiene los mismos efectos curativos que un producto de marca. El gobierno también debería tener una política de información, con avisos y programas en Internet donde los peruanos podamos comparar precios. Finalmente, el Ministerio de Salud debería asegurarse que en todos los distritos y barrios, alguna de sus farmacias está abierta las 24 horas los 7 días de la semana, vendiendo productos genéricos de calidad garantizada a precios accesibles. Las licitaciones públicas para abastecer este circuito de comercialización deberían ser cuidadosamente vigiladas y aplicarse sanciones drásticas a funcionarios y a empresas corruptas que se aprovechan abusivamente de un tema tan delicado como es la salud y la vida de los peruanos. De esta manera, con información adecuada y un punto de venta a precios accesibles cerca de nuestra casa, podremos adquirir la medicina que necesitamos, pero a un precio mucho menor del que hoy pagamos la mayor parte de las veces.

Por otro lado, las reglas de patentes y propiedad intelectual que protegen los monopolios y permiten a las trasnacionales fijar precios a su antojo, deben ser adecuadamente reguladas. Este TLC que ampliará este poder monopólico no debe ser aceptado. Pero incluso antes del TLC, ya las trasnacionales tienen 20 años de protección de patentes en los que tienen su mercado cerrado, solo para ellos sin que pueda haber competencia. El gobierno debiera, acogiéndose a las flexibilidades que permite la Delación de Doha de la Organización Mundial del Comercio, declarar que las medicinas para el VIH / SIDA, tuberculosis, malaria, cáncer, enfermedades del corazón, salud mental y otras prioridades, podrán ser producidas o importadas como genéricos porque la salud pública está primero.
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Mucho se puede hacer para lograr medicinas al alcance de todos los peruanos. Un seguro universa ranciado con presupuesto público es un camino importante, pero regular el mercado evitando abusos monopólicos es otra medida fundamental que los partidos y candidatos deben considerar en estas elecciones.